CONVERTIRSE EN OCÉANO
Dicen que antes de entrar en el mar, el río tiembla de miedo; mira para atrás todo el recorrido, las cumbres y las montañas, el largo y sinuoso camino que atravesó entre selvas y pueblos, y ve frente de sí un océano tan grande, que entrar en el sólo puede significar desaparecer para siempre.
0 comentarios