CONTEXTUALIZACIÓN Y ACERCAMIENTO AL BHAGAVAD GITA

by - febrero 10, 2021



 La Bhagavad Gita que, suele traducirse como ‘la canción de Dios’ o ‘el canto del Señor’, es un texto pequeño de 18 capítulos que en realidad forma parte del poema épico más largo escrito en la humanidad: El Mahabharata. En el Gita se engloba un momento de la historia (real o no) correspondiente a una guerra en la tierra de Bharata (así solía llamarse a el territorio de la actual India) durante la cual ocurre un diálogo entre dos principies: Arjuna y Krishna.


La autoría del texto se le atribuye al gran sabio Vyasa, cuyos datos históricos exactos se desconocen, pero se estima que fue escrito entre el año 3.000 y el 500 A.C. Este texto ha sido acogido, interpretado y adaptado de diferentes maneras por personas y tradiciones a lo largo de la historia. Su exposición poética ha sido organizada de una manera práctica y llena de significado, que nos invita a entenderlo más allá de lo literal y a interiorizarlo desde un lugar distinto a la mente pensante e intelectiva.


EL ANTES


Todo comienza con un hombre, quién era heredero del reino y tenía dos esposas, pero infortunadamente no pudo tener hijos. Con el fin de mantener la descendencia, se invocó  un decreto real que indicaba que tener un heredero, uno de sus hermanos del rey muerto podría darles hijos a las esposas. Así que una vez el hombre murió, llamaron a su hermano mayor (quién realmente no pertenecía de forma directa la familia, ese es otro cuento) y engendró un hijo con cada una de las esposas, de esta forma el linaje se dividió en dos brazos: por un lado estaba Dhritarashtra, el rey ciego, y por el otro Pándu. El reino quedó en manos  del segundo, pero tras su muerte el reino pasó a manos de Dhritarashtra.


Los hijos de estos dos reyes se criaron juntos como príncipes hermanos, pero pertenecían a dos linajes diferentes, por una lado estaban los Kauravas, y los el otro los Pandavas, que terminaron enfrentándose en un batalla por el trono.


LOS KAURAVAS 


Dhritarashtra tenía dos esposas y tuvo 100 hijos con una y 1 hijo con otra. Los hijos de

Dhritarashtra son los Kauravas. El mayor de los 100 hijos se llamaba Duryodhana.


LOS PANDAVAS


Pándu tuvo dos esposas, pero le pusieron una maldición que le impedía tocarlas, si lo hacía moría, por ende, no podía tener hijos. Tiempo atrás, la reina Kunti, la primera esposa de Pándu, había recibido favores de una deidad, quién le había dado unos mantras con los cuales podía concebir hijos de algún Dios que invocara. Ella ya había hecho uso de uno de los mantras, quedando embarazada y dando a luz a Karna antes de estar casada con Pándu, como no podía hacerse cargo del niño lo depositó en una canasta y lo lanzó por un río. Karna fue criado por el maestro de ambos bandos de la familia. En acuerdo con Pándu, Kunti hizo uso de sus mantras para concebir, invocó a Dharma y tuvo a Yudhisthara, invocó a Vayu y tuvo a Bhima e invocó a Indra y tuvo a Arjuna. Kunti le cedió el último mantra a Madi, la segunda esposa de Pándu. Ella invocó a los dioses gemelos y tuvo hijos gemelos: Nakula y Sahadeva. Los 5 hijos de Pándu son los Pandavas.


EL ENFRENTAMIENTO 


Por decreto real se había acordado que el rey ciego iba a gobernar, pero tiempo después la descendencia iba a pasar a los hijos de Pándu. Los hijos del rey ciego estuvieron en desacuerdo con esto ya que querían ser los herederos del trono, por lo que crearon un plan para quitarle el reino a los Pandavas.


Aprovechando que Yudhisthara, el mayor de los pandavas, era adicto a jugar utilizaron varias artimañas para que perdiera todo. Parte del acuerdo que hicieron tras la derrota de Yudhisthara fue que los Pandavas debían pasar de incógnitos por 12 años y nadie podía saber nada de ellos en este tiempo; si lograban permanecer desapercibidos, pasados los 12 años podían regresar a reclamar el trono.


Así lo hicieron los Pandavas, pero pasado el tiempo definido, los Kauravas se negaron a devolver el trono. Esto llevó a que ambos bandos buscaran aliados en todo el territorio de Bharata. Pese a que intentaron solucionar el asunto en buenos términos en varias oportunidades no lograron ponerse de acuerdo, hasta que en un momento determinado ambos ejércitos se encuentran frente a frente dispuestos para la batalla. En estos momentos previos al enfrentamiento el príncipe Arjuna le pide a su cochero, Krishna, que lo lleve a la mitad del campo de batalla de Kurukshetra y es ahí en ese momento previo a la batalla donde comienza el diálogo entre estos dos personajes, y que ha llegado hasta nosotros bajo el nombre de la Bhagavad Gita.


Krishna era primo de los Pandavas y era príncipe de otro reino.


Tanto Arjuna como Duryodhana anteriormente habían acudido a Krishna buscando su respaldo. Krishna decidió apoyar a uno de los dos bandos con todos sus ejércitos y al otro con su propia mentoría. Arjuna tuvo la posibilidad de elegir quedándose con el acompañamiento de Krishna, quién se convirtió en su cochero real durante el combate. Por el otro lado, los Kauravas incrementaron sus tropas con el ejército de Krishna.


El rey ciego no hizo nada para evitar la guerra, se dejó manipular por Duryodhana quién siempre tuvo el deseo de ser el heredero utilizando todas las estrategias para ser quién mandaba. Todos sus hermanos lo apoyaron a excepción de uno, el hijo de la otra esposa, quién peleó con los Pandavas.


SENTIDO ALEGÓRICO 


La mitología tiene la función de mostrar ciertas cosas que no son obvias, mostrándonos muchos de los procesos internos que pasan en nuestra vida. Podemos interpretar la Bhagavad Gita como el diálogo entre la voluntad y la intuición. Es la batalla entre los dos aspectos de la mente que se enseñan en yoga: el Manas, la mente sensitiva que tiene la facultad de conectarnos con el mundo del afuera, y el Budhi, la mente de sabiduria que tiene la facultad de llevarnos hacia el adentro. Dhritarashtra representa la mente cegada por el mundo externo, encaprichada con los sentidos, hábitos y deseos, que es totalmente incapaz de ver el mundo interno. Sus 100 hijos son una representación de los órganos de los sentidos y de la acción: vista, tacto, gusto, olfato, oído, poder hacer con las manos, poder desplazarnos con los pies, palabras, reproducción y la excreción.


Duryodhana, el hermano mayor, representa la ambición, el deseo. Cuando el deseo se pasa por encima a la mente y cuando está alimentado y apoyado por los sentidos quiere tener cada vez más, y hace todo lo posible para que el mundo esté a sus pies.


Los Pandavas representan las 5 primeras frecuencias de sabiduría, los 5 primeros chakras, y el orden en el que nacieron representa a cada uno de los 5 elementos:


Yudhishthira relacionado con el elemento del Éter y el chakra de la Garganta

Bhima relacionado con el elemento del Aire y el chakra del Corazón

Arjuna relacionado con el elemento del Fuego y el chakra del Plexo Solar

Nakula y Sahadeva relacionados con el elemento del Agua y Tierra y los chakras del Sacro y Raíz respectivamente.


Krishna representa la sexta frecuencia, ubicada en el centro de la frente, relacionada con la

intuición.


La gran batalla obedece a la lucha entre ese deseo que nos lleva al afuera, al mundo externo, y la capacidad de discernir, de ir adentro.


Según la historia, la pelea se tenía que dar porque cuando los Kauravas tomaron el control

terminaron haciéndole daño a todo el reino. Lo mismo pasa cuando el deseo controla nuestra vida, cuando nos desbordamos y la mente y los sentidos terminan al servicio del deseo.


Los Pandavas se dieron cuenta de que la batalla no iba a ser fácil y se prepararon para ella

afinando las tropas, entrenado las facultades de cada uno de los chakras como desarrollar la calma, potenciar la vitalidad, cultivar la voluntad, fortalecer la capacidad de resistir y de preservar, pero sobre todo aprender a escuchar la sabiduría de la intuición que estaba ahí para guiarlos.


Como todo los príncipes se habían criado juntos, habían tenido los mismos maestros, uno de ellos era Drona, quién era un poderoso guerrero y terminó sirviendo en la batalla del lado de los Kauravas. Drona representa el poder de los hábitos que siempre nos enseñan, y su rol en esta batalla y nos lleva a cuestionarnos sobre ¿al servicio de quién o de qué están nuestros hábitos? ¿Qué estamos fortaleciendo con nuestras acciones diarias?


Arjuna, que es el principal protagonista de este fragmento de la historia, está en relación con la voluntad, y tal como este príncipe, la voluntad flaquea, se cuestiona, pero es quién dirige nuestros ejércitos. La voluntad no puede pelear sola, debe recibir el consejo, el acompañamiento del discernimiento proveniente de la intuición, que acá está representado por Krishna, y ese diálogo entre la voluntad y la intuición, entre Arjuna y Krishna, entre el plexo solar y el centro de la frente, evoca ese diálogo que tenemos en nuestro interior, y del que depende el resultado de las batallas que damos en nuestra vida cotidiana.




Sembrado por Estefanía García y Esteban Augusto (Encuentros febrero 2021)




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