MOCOSOS

by - julio 22, 2021

Aviva


Cuando solemos ver a un bebé con los mocos colgándole en la nariz, inmediatamente nos nace un impulso de aligerarle su carga, sobre todo porque consideramos que ellos son incapaces de gestionar sus propios mocos. Pero a veces en nuestro afán por limpiarles terminamos generándoles incomodidad, dolor y malestar, y en nuestra visión adultocéntrica de la vida nos cuesta aceptar que hay ciertas cosas, como sonarse los mocos, que nadie puede hacer por otra persona, por más buenas intenciones que se tenga.

A veces esos mocos, pueden ser simplemente aquella sustancia pegajosa que sale de la nariz, pero usualmente esos mocos son emociones no expresadas, pensamientos obsesivos, recuerdos recurrentes, y demás contenidos internos que no nos dejan respirar tranquilos, y que cuando se hacen evidentes en nosotros nos sentimos impotentes, como si fuéramos bebés, y cuando los vemos en los demás nos gustaría ayudarles a liberarlos de sus limitaciones, sacándoselos.

Este ejemplo de los mocos en los bebés, es sólo una invitación para considerar que ciertos procesos de purificación deben venir del adentro. Ya que por más que queramos que el bebé deje de estar con mocos, lo más efectivo para limpiarlos es el propio aire soplado desde adentro, y lo mismo sucede con la mayoría de los procesos de purificación interna, que no suceden porque alguien externo nos limpie (con un ritual, una medicina o algo así), sino que requieren de la participación activa de aquellos que están purificándose.

Y también es un llamado a considerar que cuando vemos a alguien ahogándose en sus propios mocos, a veces lo mejor que podemos hacer no es propiamente intentar sacárselos, sino que puede ser mejor simplemente: contribuir generar condiciones para que el otro encuentre pistas que lo lleven a limpiearse, como poniendo unos cuantos pañuelitos alrededor, para que estén disponibles para ser usados cuando el otro así lo requiera; darles un buen ejemplo, manteniendo nuestra nariz limpia y nuestra respiración constante, para servir como inspiración o punto de referencia; e instruirles en el acto de resoplar potentemente por las fosas nasales, para que cuando sientan la incomodidad puedan limpiarse a sí mismos.


Sembrado por Esteban Augusto (Junio 2021)

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