LAS PALABRAS

by - julio 14, 2021




Algunas veces nuestras palabras son como alambres de púas, que tendemos con la intención de delimitar nuestras posiciones y nuestras ideas, tras ellas nos sentimos seguros, y pareciera que al usarlas no estamos siendo agresivos, pero de su uso podemos producir múltiples heridas tanto a los demás como a nosotros mismos.

En otras ocasiones nuestras palabras son como dardos que disparamos indiscriminadamente y sin filtros, y terminan dejando víctimas por doquier. Con estas la masacre es más evidente de ver desde afuera, pero a veces para el que las lanza, su agresión se convierte en un acto naturalizado.

Las heridas hechas con este primer tipo de palabras (alambres de púas), son de difícil cicatrización, y la complicación de estas heridas no dependen tanto de la intencionalidad de quien las emplea, sino de la intensidad de quien decide revolcarse o debatirse con ellas. Mientras que las segundas (dardos) suelen curarse un tanto más rápidamente, pero es mucho las difícil reponerse de la sensación de haberse sentido atacado.

Cuando se nos hace evidente el sufrimiento que se desprende de las palabras que empleamos, bien sea porque hemos sido heridos por palabras ajenas, o porque hemos visto la devastación que produce lo que hemos pronunciado, solemos asustarnos y optar por algún mecanismo para regular el daño que producimos, y a veces ello nos conduce a quedarnos callados “tolerando” ciertas circunstancias.

Aunque resulta muy edificante el aprender a regularnos para evitar ser causantes del sufrimiento, hay momentos en donde se requiere emplear las palabras para hacer ciertas “heridas” especificas que contribuyan a orientar o a sanar, y aunque parezcan dolorosas es mucho mejor pronunciarlas antes callar, y su aplicación es como un bisturí quirúrgico, o como las agujas de acupuntura, que aplicados en los lugares indicados y bajo las condiciones adecuadas tienen el poder de restaurar la armonía.

Así que a la hora de emplear nuestras palabras vale preguntarnos que tipo de heridas son las que estamos generando, y si es necesario decir ciertas cosas que hieran, vale ser como un cirujano amoroso, que aunque corta y a la vez curando.

Sembrado por Esteban Augusto (Junio 2021)

You May Also Like

0 comentarios