En tiempos de turbulencias vale reconocer que todo lo que vemos afuera no es más que una manifestación de lo que pase dentro nuestro, y por ello una de las mejores formas de aligerar el peso de la guerra es disolver todas las batallas internas que nos consumen para reconocer lo Sagrado que nos habita y que también está presente en todas las formas de vida que nos rodean, porque en la medida que se desvanezcan las fronteras entre aquellos a quienes consideramos merecedores de nuestro amor, podremos amar a todos, a todo y al Todo.
Sembrado por Esteban Augusto (Febrero, 2022)
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