Libro 2: Sadhana Pada; sutras 54-55

by - marzo 24, 2020

"Pratyahara es cuando los sentidos son retirados por si mismos de los objetos e imitan la naturaleza de la materia mental" Libro 2: Sutra 54.

PRATYAHARA:

 Pratyahara suele entenderse como el control de los sentidos. Actualmente, nuestra vida está tan volcada hacia el afuera que no le prestamos atención a lo que hay adentro, así que la mejor forma de encontrar el equilibrio es aprender a mirar el adentro para tratar de compensar. Esto no significa que pratyahara sea desconectarnos del afuera para mirar solo hacia adentro, pratyahara a lo que nos invita es a equilibrar las sensaciones del afuera con las sensaciones del adentro. 


Sentidos externos e internos:


 Todo el tiempo estamos recibiendo información a través de los órganos de los sentidos y proyectamos información a través de los órganos de la acción, encontrar el adentro implica aprender a sentirnos a nosotros mismo desde los diferentes niveles de la existencia, más allá de la información externa que nos llega y que proyectamos. Por ejemplo, cuando aprendemos a sentir como se encuentra nuestra columna vertebral, aprendemos a determinar el peso que tenemos distribuido en cada planta del pie, ese es un entrenamiento que viene del afuera, de ese lado externo y que nos permite encontrar equilibrio de las sensaciones externas con las internas. Lograr equilibrar las sensaciones del afuera con las del adentro nos permite percibir los pensamientos que suceden y que usualmente no reconocemos por que estamos muy influenciados por todo lo que vemos, por lo que oímos, porque nuestros sentidos externos ganan el foco de atención de nuestra mente casi siempre. 

 El trabajo que se propone es observar tanto los vrittis internos como los externos, tratando de encontrar un equilibrio en el que ninguno de los dos gane el foco de atención para poder entrar a explorar la concentración y la meditación. 

 Para poder llegar a un estado de concentración, para poder darle dirección a los vrittis, la propuesta es no dejarse llevar por todos los vrittis externos sino tratar de compensarlos con los internos. El aprender a sentir la respiración no es más que una excusa para poder percibir los pensamientos, se aprende a sentir las diferentes partes de nuestro cuerpo como un entrenamiento para poder escanear y sentir como están las emociones, como está la ansiedad, el miedo, la tristeza... La idea es poder hacer una lectura constante de cómo nos encontramos. 

Ejercicios budistas sobre las sensaciones:

 El concepto de pratyahara, está muy relacionado con el budismo. Toda la enseñanza de Buda está en función de tratar de detener el sufrimiento justo en el punto en el que la percepción se convierte en sensación y antes de que se vuelva una emoción y finalmente se convierta en acción. 

 Lo que se propone es poner el foco de atención justo en la sensación, porque dice que es en la sensación donde es posible transformar los patrones reactivos y es justo en la sensación donde uno trabaja para romper el ciclo de avidez y aversión. El ciclo de avidez y aversión está relacionado con el mundo sensorial, con manomaya kosha, y la ecuanimidad es la clave para romper el ciclo. Todo lo referente a escanear sensaciones, a percibirlas, aprender a sentir, las técnicas de relajación, lo que llaman meditación Vippassana, está relacionado con este trabajo de pratyahara

 Cuando nos ubicamos en el centro, cuando equilibramos, le damos dirección, cuando tenemos clara la dirección es posible unificar y cuando unificamos nos disolvemos, esa es la búsqueda. Para disolvernos necesitamos comenzar por algún lado que sea tangible, por ejemplo podemos comenzar tratando de sentir nuestro cuerpo, observar las sensaciones para descubrir cómo estamos en ese momento, a que nos invitan esas sensaciones, y comenzando desde ahí podemos encaminarnos en el proceso de unificación para luego disolvernos. 


Las sensaciones y la acción:


 En las sensaciones es donde terminamos guardando todas las conexiones neuronales que nos llevan a la acción. Cuando aprendemos a escanear esas sensaciones podemos darnos cuenta de que podemos actuar diferente y con eso comenzar a romper el patrón que tenemos instalado. El trabajo es poder afinar las sensaciones para encontrar la emoción e ir así a la raíz, podemos quedarnos en la raíz pero eso aún no cambia el patrón. Entender el patrón y conocer su origen no es suficiente para cambiarlo, lo que hace que un patrón cambie es hacer exactamente lo mismo que hace que el patrón se cree. 

 En este punto toma especial importancia el concepto de pratipaksha bhavana, que estudiamos hace algunos sutras. Si cada que sentimos ansiedad y buscamos comida para acallarla, en vez de eso nos sentamos y respiramos estamos quitándole fuerza a un patrón que siempre ha estado y que delimita la forma de actuar cuando estamos ansiosos. Si cuando tengo miedo en vez de sentarme a llorar, me recito un poema, eso va a generar una conexión diferente y este proceso de recambio que es bastante importante también puede verse en los rituales. 

Los rituales y la resignificación de los marcajes:

 Los rituales lo que suelen hacer es producir una alteración más allá de lo consciente que desconecta ciertos patrones y produce otros. Lo lindo de los rituales es que no deben ser repetitivos al nivel de convertirse en rutinas; cuando hacemos algo una vez en la vida o en momentos muy especiales, ese algo que hacemos lo estamos cargando de significado, nos conectamos sin la necesidad de la repetición y con toda la carga simbólica y eso nos permite desconectar un montón de información que traemos con nosotros. Esto no significa que las rutinas no permitan soltar patrones, al hacer una actividad mil veces es posible que algo se despierte en nosotros y podamos entender que lo importante no es la rutina sino su significado, pero podemos cargar de mayor significado algo cuando no es repetitivo y por lo mismo puede ser profundo el nuevo patrón que se cree. 

 Para trabajar con los patrones mentales, es importante comprender que lo que se somatiza no es lo que se vivió sino lo que se recuerda que se vivió y esto en últimas es lo que genera el marcaje. Lo que podemos hacer es resignificar el marcaje y eso hace que sea distinto. Uno puede resignificar el proceso tratando de volver a ese momento y cambiar las conexiones que se generaron. 

 Un montón de nuestro patrones funcionan sin que tengamos control sobre ellos y se expresan en la postura, en la respiración, en las sensaciones. La postura me habla reflejando los estados internos. La respiración se agita, se suspende, se entrecorta, se vuelve superficial y eso también habla de los estados internos. Yoga busca bajar el ruido de los vrittis comenzando a reeducar el cuerpo, la respiración y las sensaciones, porque cada uno de esos tres elementos siempre están conectados con algún otro vritti. Si queremos bajar la intensidad de los vrittis, el primer paso es dejar de alimentarlos desde la postura, la respiración y las sensaciones. 

 Desde Vipassana se hace un trabajo que está muy relacionado con pratyahara. Percibimos a través de los sentidos, lo percibido lo convertimos en una sensación, cada sensación es calificada inmediatamente y convertida en una emoción. Con las emociones no podemos hacer nada porque son patrones muy automáticos, con la percepción tampoco podemos hacer nada porque es ajena a nosotros, pero con la que sí podemos trabajar es con la sensación, y al refinar la facultad de sentir cortamos el ciclo que alimenta las emociones y nos hacemos imperturbables a lo que pasa. Si cortamos el ciclo en el punto de convergencia que es la sensación, refinamos el proceso y dejamos de alimentar el montón de patrones emocionales que tenemos. 

La práctica actual:

 Hoy en día de lo que expone Patanjali practicamos un pedacito, tal vez un poco de asana, un poco de pranayama y a veces una relajación y esto es asana, pranayama y pratyahara en pequeñas cuotas, nos quedamos usualmente solo en los ejercicios preparativos, no estamos haciendo yoga sino un pedacito de yoga y ni siquiera ese pedacito sino lo preparación a ese pedacito. 

 Estas como tantas otras prácticas del yoga, se hacen desde lo denso hacia lo sutil, en el asana, en el pranayama y en pratyahara estoy simplemente buscando el centro. Encuentro un equilibrio entre la polaridad del afuera y el adentro, un equilibrio entre la polaridad del inhalar y el exhalar, un equilibrio entre derecha e izquierda, entre arriba y abajo. Estoy reconfigurándome para instalarme en el centro y cuando estoy instalado en el centro puedo proponer una dirección con la concentración, dharana, que se trabaja en los pasos que se plantean en los siguientes sutras.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros Febrero 2020)

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