La muerte está presente en la tierra fértil, porque la tierra no es más que la suma de todas aquellas hojas, incluso árboles del pasado, que murieron para convertirse en nutrientes de las futuras plantas.
De esta misma manera todo lo que fuimos en el pasado debe convertirse en el abono de todo lo que somos, lo que es una invitación a sanar una relación con el pasado, entendiendo desde allí como la vida y la muerte se sustentan mutuamente en este constante ciclo de purificación y evolución en el que siempre estamos inmersos.
Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de @estebananda.ea 25 de diciembre de 2019)
0 comentarios