Diario de un ayuno como ofrenda.

by - mayo 12, 2020



“Estamos listos para sumergirnos en este hermoso encuentro espiritual y evolutivo para mi ser, mi intención está clara, deseo ofrendar mi ayuno” 

Momento previo antes del primer encuentro virtual, escrito en un diario que suelo llevar para expresarme, para escuchar compasivamente mi ruidosamente mente y así poder adentrarme en las profundidades de propio ser. Mi energía me sostiene y me mantendrá firme con mi decisión. 

Día 03-05-2020 

 Ayunar, un término cargado de bondad, se siente como si fuera un llamado como si de verdad tu cuerpo te estuviera hablando y pidiendo este encuentro, dicen que todo llega cuando estás preparado y quizás es así, pues en varias oportunidades había querido asistir a un retiro pero las circunstancias no se dieron, o si quisiera verlo de otra manera no tenía una intención tan clara como la tuve esta vez.  

Recuerdo que en el primer encuentro virtual previo al ayuno debíamos hablarle al cuerpo, a cada célula para afianzar nuestra relación, me sentía segura y me deje guiar por aquellas palabras sabias que nos decían que viviéramos un día a la vez, una respiración tras otra, pero que al mismo tiempo nos diéramos la oportunidad de habitar el presente con cada sensación. 

 Mi ayuno fue parcial con frutas, ingerí dos pequeñas porciones de una sola fruta por día, pues debía continuar con mi labores y desde mi propio sentir considere que estaba bien para ser mi primer ayuno y para todas las actividades que debía desempeñar, siempre lo consideré como un gesto amoroso que debía ser a mi propio ritmo, siendo consecuente con lo que me decía mi cuerpo. 

 Día 04-05-2020 

“He contemplado mi sentires, no he sentido hambre a pesar de compartir la mesa con mi familia, ellos me expresan con su rostro que no me quieren hacer sentir tentación, o mucho menos que me sienta mal por el solo hecho de que comen a mi lado. En ese momento llegan lindos pensamientos a mi, me recuerdan que mi voluntad está despierta, me hace sentirme firme con mi ofrenda ,me hablo a mi misma y me digo, se que puedo y deseo lograrlo".  

Mi rutina aumentó por esos días, pues no solo era mis labores sino que debía cumplir con otras actividades que no había contemplado cuando tomé la decisión de ayudar, me sentía bien, pues le ganaba al autosabotaje, estaba relacionados con mi ofrenda, así que con mayor amor disfrutaba hacerlas. 

 Este día sentí dolor de cabeza, era extraño porque no era el habitual, ni el que se le “echa la culpa” cuando se dice tener hambre, pero me anclaba a la respiración a la contemplación y lentamente se esfumaba. 

 Día 05-05-2020 

“Mi día inicia con actitud para tomar la práctica de acompañamiento a las 6 am, los sueños empezaron a acompañar mis noches, recordaba con precisión alguno de ellos, curiosamente sentía mi corazón latir más fuerte, reconocía su acelere, es el mismo que se desata cuando tengo miedo, sentí mucho calor y frío al mismo tiempo, pero los abrazos de mi amado me acogieron, me neutralizaron y logre conciliar de nuevo el sueño.” 

 Acudir a los encuentros en vivo me llenaron de fortaleza, me permitieron vibrar con las demás personas que estaban ayunando, aun sin conocernos la energía se sentía, el solo hecho de compartir experiencias y sucesos cotidianos nos permitieron sentirnos cercanos. 

 Día 06-05-2020 

Me despierto y solo deseo escribir en mi diario: “Siento como la debilidad se manifiesta en mi cuerpo físico, pero mi voluntad por cumplir al encuentro me sostiene” 

 Me reconforta y me aviva una buena ducha, disfruto de no usar ningún producto cosmético, busco pequeños rayos de sol para compartir con mi gata cumbia mientras me peino, respiro profundo y lento mientras siento como mis sentidos son mucho más latentes. 

 Día 07-05-2020 

“Soñé que caminaba entre verdes montañas, sentía como el aire fresco entraba a mis pulmones, volví a sentir mis piernas fuertes al recorrer largos caminos, sonreía mientras iba cuesta arriba.” 

 Desperté y el cuerpo no me daba, me cumplí con la practica pero sentía la necesidad de seguir durmiendo, era un sueño profundo, placentero, amoroso, como si la mente y el cuerpo físico se hubieran confabulado para entrar en un estado de plenitud, podía sentir mi energía y su propia expansión” todos los días mi hija de 11 años, me hacía la misma pregunta, mamá qué sientes, tienes hambre? 

Todos los días le respondía algo nuevo, pero siempre terminaba diciendo lo mismo, me siento bien porque sé que volveré a comer, pero no como antes. todo aquello que se requiere cambiar solo necesita de nuestra atención, acogerlo con gratitud con una nueva intención para poder darle un nuevo significado. 

 Día 08-05-2020 

“Durante estos días volví a mi, hice todo más lento para dedicarme más tiempo y más atención, me resguarde en mi misma, me acogí desde la compasión y el autoconocimiento, dispuse mi energía para una causa específica y disfrute al máximo vivir desde el presente y la gratitud". 

Aunque todos estos días manipulé alimentos para la alimentación de mi familia, nunca sentí la necesidad de llevarme algo diferente a la boca, que no fuera mi porción de fruta o un poco de agua. Siento que me di el mejor de los regalos de cumpleaños, una renovación de cuerpo y mente. 

 Mi ofrenda y mi escrito es para la mujer que me a dado todo su amor incondicional, así yo no la llame mamá. 

 Gracias infinitas a todos los que hicieron posible esta hermosa experiencias.

Sembrado por Andrea Parra (Mayo 2020)

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