Realidad onírica, sueños lúcidos o viajes astrales, todo un universo sutil que me intriga.
El mundo de los sueños forma parte de todos, es parte de nuestra naturaleza y aun así es desconocido y hasta ignorado por muchos, desaprovechando esta herramienta de autoexploración, que nos invita cada noche a conocernos y reconocernos a nosotros mismos como Dios.
Los pueblos antiguos cultivaron este conocimiento, entendiendo que a través de los sueños podían realizar todo aquello que en esta realidad no es posible, ellos concebían el mundo de los sueños como la puerta de entrada a la morada de los dioses, en donde se revelan verdades ocultas y se recibía guia del mundo espiritual. La exploración de este mundo sutil les permitió sanar y encontrar el equilibrio y la paz en esta realidad física.
El mundo de los sueños tiene mucho para darnos, pues es en él donde se gestan todas nuestras posibilidades.
Todos experimentamos sueños lúcidos espontáneos, esos sueños en donde como soñadores nos damos cuenta de estar soñando, inclusive si al despertar no los recordamos claramente.
Mientras dormimos nuestra mente inconsciente nos habla, quiere decirnos algo por medio de símbolos y códigos. Ciertas técnicas de exploración de la consciencia nos ayudan a traer esa información del subconsciente a la mente consciente y descorrer el velo que cubre lo que está oculto a nuestra vista.
La excursión a el mundo onírico por simple curiosidad, placer o diversión es un buen comienzo, son muchas las posibilidades que se pueden experimentar mientras soñamos, somos el Creador de ese mundo, no simples observadores. Así que podemos intervenir en los eventos, interactuar con los personajes, crear escenarios, viajar en el tiempo, todo un sinfín de posibilidades para explorar.
Empezar por cultivar la práctica de la Consciencia del Instante Presente y que ésta trascienda el estado de vigilia nos ayudará a sumergirnos en el mundo de los sueños conscientemente. No olvidemos que la energía fluye hacia donde está puesta nuestra atención. Aprovechando al máximo los beneficios de esta realidad cuántica podemos encontrar solución a problemas en el mundo real, superar nuestros miedos, abrir procesos creativos y conectar con nuestra divinidad interior.
La propuesta de adentrarnos en las Dimensiones del Sueño ofrece muchas herramientas para seguir enriqueciendo el propio despertar consciente .
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