IMPULSO A LA RENUNCIA

by - octubre 07, 2020

Primera práctica presencial compartida de Yoga tras los diferentes meses de cuarentena, ante los funcionarios de la administración de la ciudad.


 Siempre he sentido que tengo un fuerte impulso a la renuncia.

Hace años renuncié a dar clases de yoga, para dedicarme a acompañar procesos de más largo aliento, pero esta situación particular de los últimos meses, en donde prácticamente terminé replegándome fuera de la enseñanza, me había conducido a sentirme un tanto inútil.
Siempre he dicho que me encantaría cambiar la vida que he construido por algo mucho más simple, pero a través de varios amigos y de la naturaleza, me llegó un llamado de atención sobre esto, porque al pensar de esta forma suelo dejar de lado una de las cosas para las cuales la vida me ha estado preparando desde que era muy pequeño y con las que siento que puedo servir mejor a la humanidad. Así que ahora siento que no me dedicaré a huir más del compartir y del enseñar, y confío que cuando sea el momento de apartarme del camino de la inspiración colectiva, tendré señales claras, y lo haré con mucho cariño y gratitud, pero por ahora retomaré mi disponibilidad de servir desde compartir la palabra, la presencia y la práctica.
Por ello es que ante de insistencia de la administración actual de la ciudad, decidí aceptar el llamado a regresar, lo que en este caso fue atravesar más 800km para estar ahí compartiendo esta práctica, disfrutando hacer una de las cosas que mejor me salen y con la que me siento más útil a un propósito más grande que mi mismo, y en este caso la excusa del día de la No-Violencia fue la posibilidad de sembrar reflexiones, esperanza e inspiración para el tiempo que estamos construyendo.
Y ahora que estaré un tiempo en Medellín, me mantendré disponible para dedicarme a las tres cosas en las que sé que debe girar mi vida por estos días: Amar, Crear y Servir.

Sembrado por Esteban Augusto (Octubre 2020)

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