DESCALZO

by - enero 20, 2021





Una vez escuche decir que la gente hay que medirla por los zapatos, refiriéndose a que mediante la calidad de los zapatos, su limpieza, su tipología, se podría medir la calidad, limpieza y tipología de las personas.

Recuerdo mucho cuando niño, que mi padre y yo salíamos descalzos por el barrio, y disfrutábamos recorrer el asfalto a pie limpio, encontrando nuevos caminos para hacer más cómoda la travesía, pero nuestros vecinos nos miraban extrañados y hasta indignados. Y también recuerdo muy bien como mis compañeros de infancia alardeaban tener una mayor cantidad de zapatos, tener unos más finos, o más caros, y yo simplemente me reía pensado que -para qué más de un par de zapatos si sólo tengo un par de pies-.

Y agradezco enormemente que desde actos y reflexiones tan cotidianas me haya percatado que no quería ser un “humano civilizado” o un humanoide, como lo llamaba mi padre, presa de las opiniones ajenas, esclavo de estar comprado y consumiendo, y atado a los ideales de la homogeneización civilizadora.

Creo que a veces pasamos por alto el impacto que puede tener un acto tan sencillo como el percibir la tierra ante nuestros pies, sobre todo porque no reconocemos que desde el andar descalzos podemos aprender a estar más atentos, a ser más receptivos, a tornarnos más sensibles, a confiar más en nosotros mismos y en la sabiduría interna presente en nuestro cuerpo, y a amar la tierra que nos sustenta. Siento que estas son cosas importantes para pensar dos veces antes de ponerle zapaticos a un bebé.

Así que por más que ese impulso civilizatorio nos lleve a vivir desconectados de nuestra sensibilidad y a vivir desconcetados de la tierra, siempre podemos reestablecer esa conexión aprendiendo a acariciar la tierra con cada paso que damos. 

Sembrado por Esteban Augusto (Enero 2021)


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1 comentarios

  1. Ese camino de piedras fue un gran maestro para mi. Gracias por empujarme a enfrentarlo, por retarme con tu ejemplo, por abrir mi percepción para escucharlo y escucharme y por enseñarme los pequeños(grandes) trucos para elevarme sobre él. Ya se los cómo, ahora queda la práctica. Gracias por estar y por dar tanto.

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