ABUSOS: ESPIRTUALIDAD Y SEXUALIDAD

by - junio 16, 2021




El que se suele llamar el mundo espiritual, ha sido por siglos uno de los mejores escondijos para los abusadores de poder. Entre los humos del incienso, las jerarquías de obediencia, las promesas de una sanación milagrosa, y las prácticas “secretas” para el despertar espirituales, se han escondido innumerables farsantes sembradores de sufrimiento en otros seres humanos.

El mundo del yoga durante los últimos años se ha escandalizado por múltiples casos de abusos, de violaciones, de manoseos, de trafico de favores sexuales, y muchas cosas por el estilo. Todo esto sucedía a plena luz, pero en el ansia de argumentar la altura espiritual de sus maestros, la gente se hacía la ciega ante muchas cosas, y sólo el paso del tiempo logró hacer evidente el potencial destructivo de estas conductas.

Estos escándalos han desenmascarado muchos sujetos, algunos se hacían pasar por monjes célibes, que utilizaban sus posiciones de poder para satisfacer sus deseos personales a costa de violentar a sus seguidores. Otros abiertamente reconocían o promovían que su camino a la autorealización era mediante de la sexualidad, pero ello no evitaba que transgredieran los límites en sus vínculos con los otros. Cuando estos sujetos han sido increpados se han defendido, o los han defendido sus seguidores, diciendo que sus víctimas son quienes están desbalanceadas psicológicamente y provocaron estas conductas, o que sus prácticas de expansión de placer hacia la iluminación no pueden ser juzgadas por los humanos normales.

Hace algunos años estallaron muchos casos de maestros muy venerados a nivel mundial, y al parecer, a nivel local, no podíamos quedarnos atrás y hoy en día se han visibilizado muchas situaciones de abuso. Y todo esto simplemente hace evidente que como humanidad hay conversaciones que tenemos pendientes, como sobre la sexualidad por ejemplo, y por andar evitándolas es que creamos un caldo de cultivo perfecto para que emerjan situaciones de esta naturaleza abusiva.

Desde el ángulo de la negación, la espiritualidad y la sexualidad han convivido desde la promoción de una vida monástica represiva, y ello aunque genera una apariencia de cierto nivel de autocontrol, cuando no se han quemado etapas o cuando no se ha pasado por un proceso de refinamiento sincero termina desvordádose y generando una ola de dolor. Desde otro ángulo se ha propuesto una apertura en la sexualidad, es sus prácticas y en sus discursos, pero cuando no se han resuelto los procesos internos, esta apertura termina siendo un amplificador de todos los contenidos autodestructivos que tenemos adentro, generando también una onda expansiva de sufrimiento.

Todas estas situaciones me estremecen sobre manera por múltiples razones, la primera de ellas, porque a lo largo de los años muchas más personas de las que se puedan imaginar se me han acercado para decirme que en algún punto de su pasado han sido abusadas (física, psicológica, emocional, sexualmente), tanto hombre como mujeres, y he podido ver la profundidad de las heridas que quedan de situaciones como estas, y se me hace medio increíble que aquellos a quienes he considerado como mis colegas o mis aprendices terminaran siendo promotores de este tipo de sufrimiento en otros seres humanos.

También me estremece porque a lo largo de los años he podido ver lo vulnerable que se está también en la posición de profesor, porque no puedo negar que durante los años me he sentido violentado por muchos comentarios y acciones, que algunos toman como manifestaciones naturales de cariño, pero que para mi ha sido transgresiones evidentes, y eso me ha permitido entender que de seguro muchos de mis comentarios o de mis acciones, o las de otros profesores han podido ser interpretadas como transgresiones también.

Pero todo esto no es por los posibles juegos de interpretación de las intencionalidades, o las lineas que demarcan los límites en nuestras relaciones, sino que es un llamado a visibilizar y a reflexionar sobre capacidad que tenemos de generar sufrimiento a costa de nuestros comportamientos. Y como siempre, las palabras no serán suficientes para expresar ciertas realidades, pero quisiera abrir canales para que conversemos sobre aquellas cosas que aún tenemos pendientes, porque confío que en el acto se conversar podemos invocar luz sobre todo aquello que nos aterroriza.

Sembrado por Esteban Augusto (Junio 2021)

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1 comentarios

  1. Es cierto, de este tema hay que hablar...muy acertado el tema para este momento.

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