CAPRICHOS
Ante tantas y tantas ofertas que buscan comprar la comodidad a cualesquier costo, ofreciéndote los lugares más paradisiacos pero eliminando todo lo que sea hostil a nuestra comodidad citadina, la propuesta en vez de pagar por que alguien te atienda y te mime todos los caprichos, es aprender a tejer lazos en donde todos podamos cuidarnos entre todos, y para cuidarnos primero hay que conocernos, y para conocernos primero hay que ser receptivos, y para ser receptivos debemos aprender a salirnos de nuestras burbujas de caprichos. Así que la próxima vez que quieras visitar uno de estos paraísos naturales como playas inexploradas, selvas vírgenes o montañas inaccesibles recuerda que parte del precio para estar ahí, no son las descaradas sumas de dinero que a veces cobran las agencias y que no se ven reflejadas en las comunidades, sino que el precio es salirte del umbral de tus comodidades para abrirte paso a formas distintas de relacionarnos con otros seres que no giren en torno a nuestros intereses personales sino ante la sabiduría del compartir colectivamente.
(Fotos con historias muy graciosas al cruzar un río muy crecido de nivel)
Sembrado por Esteban Augusto (Abril, 2022)
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