El barro y la vasija... y otras reflexiones sobre le Vivekashudamani

by - noviembre 02, 2023


Es un texto que disfruté leer por los aprendizajes y reflexiones profundas e interesantes que se fueron generando sobre la práctica espiritual, la vida, la muerte, la meditación, la relación con Brahman -lo supremo-, el discernimiento etc. 

A continuación esbozo algunas ideas, con las que resoné.


La analogía del barro y la vasija

El ciclo repetitivo de nacimientos y muertes, llamado Samsara, cesa cuando soltamos las identificaciones, soltamos la imagen de una individualidad independiente. 

Sucede que pensamos en una vasija de barro como un objeto diferente e independiente de su componente principal, su origen: el barro.

Cuando nos hacemos conscientes que nuestro origen es lo supremo, la energía sutil, que de allí provenimos y a ella regresamos, entonces podemos empezar el camino a la liberación de ataduras, de sufrimiento y  disponernos a fundirnos, en un estado de devoción: conjunción con lo supremo, en conexión con la fuente de vida de donde provenimos.

Hoy es más clara para mí la certeza de que nuestro origen es lo más sutil, no es la materia o el cuerpo, en cambio si el atman, que se asemeja a Brahman. Además que la capa más sutil, ligada a nuestra llegada a este plano es el cuerpo causal, del que se desprenden las demás Koshas o envolturas, llegando hasta la más densa: el cuerpo físico.

Venimos a vivir una experiencia terrenal, que implica una manifestación material, sin embargo podemos elegir recordar siempre nuestra escencia, ese es el faro para hallar claridad, luz hacia la liberación.
Y teniendo esta claridad, bajo esta luz, se hace más facil Indagar a nivel interno: qué tipo de experiencia es la que quiero vivir.
Para esto qué aspectos, situaciones o comportamientos debo soltar.

Sobreesto, una idea compartida por Iván, con la que resoné es: "Practicar la meditación, no se trata de volvernos 'zombies espirituales'". 

Se hace entonces necesario estar presentes, conscientes de lo que sucede en cada momento, las acciones, sensaciones, emociones, pensamientos que implican hacer parte de este plano material. 

Es importante saber que el camino de la acción es el que nos libera, pero si no se accede al estado de discernimiento, nos quedamos envueltos en la rueda del Samsara, repitiendo patrones cíclicos.

Dos aspectos importantes mencionados a lo largo de la lectura como claves para cultivar el discernimiento son el gurú y el satsang, que posibilitan la indagación constante, además de la escucha activa para hallar claridad.

El cuerpo decrépito

Es un término que se menciona en la lectura y me impactó. Me sentí movida, un poco indignada, así como cuando se menciona con frecuencia el "cuerpo grosero".

"El nacimiento, el desarrollo, la decrepitud y la muerte son las fases por las que atraviesa este cuerpo grosero..."

Sin embargo encontré sabias las palabras de nuestro guía: "hay ciertas palabras que nos 'sacuden' un poco, llegan para generar incomodidad, pero finalmente son solo palabras, lo interesante es observar la reacción: ¿qué se mueve adentro con ellas. ¿cuál es la causa de la incomodidad?

Otra certeza que llega con esta lectura es que podemos encargarnos de cuidar el cuerpo, con la práctica constante de yoga por ejemplo, así como cuidamos la mente o cultivamos el pensamiento.

Sin embargo, al final no somos el cuerpo físico, ni las ideas que vamos tejiendo, ni las emociones o sensaciones, por más que estén en balance. 

Finalmente, todo esto está en un cambio constante, hace parte de la impermanencia, solo trasciende un 'testigo silencioso' a lo largo de nuestro paso por la experiencia terrenal: la conciencia. Ella se encarga de ordenar, es algo así como la directora de la orquesta, coordinando la melodía de la vida.


Una conclusión

A partir de lo expuesto, siento la confirmación de un mensaje impartido frecuentemente por nuestro guía en esta experiencia de aprendizaje, Don Esteban Augusto: el discernimiento implica aprender a danzar entre el esfuerzo y el desapego.

Cultivar el esfuerzo por medio de la meditación, la práctica constante que nos lleva a rendirnos ante la consciencia superior, la fuente, lo más sagrado.

Y cultivar además el desapego, sabiendo que aún experimentando esta vida como un camino hacia la iluminación, lleno de aprendizajes, purificación, disciplina, será pasajera. 

Llegará el momento en que tendremos que soltar, abandonar este plano terrenal, ojalá luego de cultivar un estado de devoción al conectar con nuestra real naturaleza.

Un estado de satisfacción, ecuanimidad, paz y calma en el alma, evitando remordimientos, temores, sufrimientos que suelen llegar al final con frecuencia.

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Mucha gratitud al profe Esteban por su guía en cada encuentro, por las prácticas que precedían el satsang. Los sentí como 'chispazos' de iluminación, momentos de gran conexión, que lograron integrar e interiorizar cada nuevo aprendizaje.

Además a los compañeros de conversaciones mil gracias, encontré valiosos e iluminadores sus dudas, comentarios, hallazgos y todos sus aportes.


Sembrado por Sandra Velázquez, como momento de síntesis final de nuestro grupo de estudio alrededor del texto de Sankara, el Vivekashudamani o la Joya del discernimiento (Noviembre 2023)

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