Cuento 11.

by - marzo 07, 2020

La Mente, un Cuento!

 Había una vez un ser que al tiempo que pensaba de manera lógica y racional, disfrutaba dibujando y coloreando. Empezó a dibujar un jaguar. Luego le fue agregando pinceladas de café amarilloso, negro y algunos blancos. A medida que coloreaba, en cada pincelada, cada color se lo iba absorbiendo de tal manera que empezó a soñar, a ser el jaguar; se fue acordando de todas las sensaciones, fue reaprendiendo sus movimientos, lo que tenía que hacer para conseguir comida y para encontrar compañía y guarida. Se fue dedicando a todo aquello que necesitaba para sobrevivir y cayó en un largo sueño profundo. En ese sueño, sintió que el calor de la tierra lo calentaba al punto que tuvo que caminar hasta encontrar agua para bajar su temperatura. Allí nadó, se enfrió, se alimentó de insectos hasta que se fue quedando quieto, profundo y la corriente lo arrastró. Al llegar a una orilla salió del agua y sus papilas y su intestino le despertaron la nececidad de cazar; sus entrañas le recordaron que quería copular y tener prole y territorio y así sucedió. Pero un amanecer con un resplandor especial del sol percibió cómo sus manchas negras, su color café amarilloso y el blanco estaban en un papel y surgían de un pincel el cual provenía de un brazo, de un cerebro, de un ser despierto que pensaba, que sentía, que ahora se sabía parte de todo aquello que estaba pintando y coloreando: el mamífero, el reptil, el agua, el sol. El ser provisto de lógica, razón y disfrute del principio de este cuento, había avanzado y ahora amaba y agradecía todo y era consciente de que, tras haberse hundido en su dibujo y haber viajado por los colores y los diferentes reinos de la mente y la naturaleza, por fin sentía la inmensidad y veía desvanecerse los límites que antes dividían a los seres y las cosas. Unió sus manos con agradecimiento, bajó su cabeza con humildad y su corazón se abrió y se iluminó lleno de amor. 

Sembrado por Clara Arias (Marzo 2020)

You May Also Like

1 comentarios

  1. De todo mi gusto.terriblemente hermoso: hay que vivir y sentir para saber valorar y agradecer

    ResponderEliminar