Yoga Virtual

by - abril 19, 2020



Creo que siempre he sido un fuerte crítico de eso que se podría llamar educación virtual, y he sido más crítico aún sobre la idea de pretender enseñar yoga por internet, sobre todo porque estoy firmemente convencido que este tipo de prácticas sólo puede aprenderse desde la PRESENCIA y la VIVENCIA.

 Desde hace muchos años me han propuesto eso de montar videos, distribuir contenido en plataformas virtuales, ofrecer cursos a distancia y cosas de esas, pero siempre he pasado de largo por todas esas ideas, y he puesto siempre como prioridad acompañar procesos formativos basados en las modalidades tradicionales de enseñanza de estas artes, que implican aprender del compartir y sobre todo del "RESPIRAR JUNTOS".

 Siento que gran parte de mi resistencia sobre esto se ha alimentado de varios elementos: El primero ha sido al ver como este tipo de prácticas desde la virtualidad han decaído en herramientas para inflar el ego desde las habilidades con el cuerpo, porque he visto que la gran mayoría de los instayoguis y de los youtubers de yoga sólo han puesto el énfasis sobre la asanología, dejando de lado todo el potencial de lo que verdaderamente se puede trasmitir desde yoga.

 Como segundo, al ver tanto seudoyogui haciéndose popular en el internet, y a tanto mercader de la espiritualidad intentando vender lo que ni siquiera han experimentado, me ha hecho desinflar las esperanzas sobre esta modalidad de enseñanza. Adicionalmente también he visto como entre tantos y tantos personajes que se ofrecen como dueños de la verdad en las redes, lo que han hecho es generar más y más ruido sobre yoga, a tal punto que se hace cada vez más difícil diferenciar a los practicantes reales de los imitadores.

 Pero bueno, no me quedaré acá destilando la amargura que me produce ver lo que se podría llamar la "decadencia" de la práctica de yoga a manos de la virtualidad, sino que desde ese mismo observar también he podido sintetizar muchas potencialidades que tiene, como el hecho que a través de estas herramientas que ayudan a superar las barreras del tiempo y del espacio, la práctica ha logrado llegar a muchísimas más personas que de las que les llegaría si todos siguiéramos los métodos tradicionales de enseñanza.

 También se me hace bien interesante el ver cómo en circunstancias como las actuales, también se han sumado a la conectividad virtual algunos de los maestros y profesores más sensatos que conozco, y siento que al menos con su presencia en medio de la virtualidad, se puede disipar un poco el ruido que han creado por tanta infoxicación y tanta asanología, pudiendo cada uno de ellos ofrecerse como referentes reales sobre lo que significa yoga en toda su acepción.

 Y es así, como con el paso del tiempo, y como cosa rara, que me he tenido que tragar mis críticas y abrir paso a estas nuevas formas del compartir la práctica, entendiendo que el adaptarse a las circunstancias es parte de la labor que siempre tiene que mantener el practicante de yoga. 

 Aunque el internet no trajo la democratización del conocimiento como se pensaba que iba a suceder en un principio, en un momento coyuntural como este, el poder compartir desde la virtualidad es una de las mejores opciones que se tienen para hacer que cada vez más personas tengan herramientas para afrontar, cuestionar, pero sobre todo para potenciar la forma en la que vivimos, y como siempre lo que he dicho, prácticas y herramientas cómo estás, que son patrimonio de la humanidad por su potencialidad de cultivar el sentido de lo humano, deberían ser DE TODOS Y PARA TODOS. 

 Así que ya saben que, como siempre, estaré dedicándome a compartir reflexiones y prácticas sobre el vivir, pero conservando una cautela especial sobre lo que implica el hacerlo desde de la virtualidad. 

No está de más recordar que esto que llamamos internet y esas cosas, es simplemente una copia de como toda la Vida, que es tanto la materia, la energía y la información del universo, está siempre interconectada. Así que aspiro a que estos tiempos que nos están llevando a la hiperconectividad nos ayuden, por un lado a reconectarnos con la Fuente de la Vida que emana de lo profundo de nuestro corazón, y por el otro lado, a revalorar esta profunda y sensible conexión con Todo lo que nos rodea.



Sembrado por Esteban Augusto (Abril 2020)

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2 comentarios

  1. Por un momento las distancias físicas se funden y se logra sentir la presencia del otro y el poder de escuchar, de emocionarse y de pensarse motivado por las reflexiones del otro. Los encuentros del semillero de manera virtual es algo que ha mi me ha costado resistencias, porque la cabeza se sobrecalienta de estar 5 días a la semana pegada en frente de un computador, escribiendo y respondiendo a mil cosas laborales y luego seguir sentada para el encuentro del semillero, pero fue un regalo el viernes pasado estar ali y verlos por una pantalla a unos y de otros escuchar su voz que me llevaba a sentirme de nuevo en el salón del parque de la vida en donde he encontrado un refugio un lugar donde vibró, donde me siento acogida y apapachado mi espíritu. Gracias esteban por compartir tus reflexiones provocadoras de encuentros.

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  2. Hola Esteban
    Gracias por tus comentarios sobre tu opinión de la práctica virtual .
    Me recuerdas mucho a Jhon y Ramírez ,cuando nos decía que la preparación de un verdadero yogui más que hacer asanas y lograr posturas perfectas con el cuerpo ,era el comprender que la verdadera competencia es la vida diaria .
    ,meditar y recogerse en silencio y soledad para prepararse a responder de manera asertiva a la vida.
    Por eso aunque siendo sincera contigo siento que me disperso y me es difícil concentrarme en forma virtual porque tampoco soy amante a la tecnología y me gusta las clases presenciales porque siento la energía de la gente y me siento más motivada .

    Seguiré intentando adentrarme en este camino delyoga porque hay algo en mi interior que dice que estoy en lo correcto.

    A veces meditando o intentando meditar te confieso me disperso pensando que pasará en cada una de las mentes de las personas de este grupo o de quienes meditan ,la verdad me cuestiona que sienten y empieza mi ruido mental y llegan las palabras,ellos sera que sienten paz ?ven mágenes ?,levitan ,cómo serán sus ondas cerebrales ,cómo aprender simplemente a sentir que estoy viajando a mi ser interior .
    A tener mi propio control y autogobierno ,cual realmente es mi propósito ?
    Cómo regresar a mi verdadera esencia ?
    A mí naturaleza ,como aquella que tiene el niño al nacer que no está contaminada de ningún. Patrón cultural ,que no está encapsulada en múltiples capas de miedos y creencias inadecuadas .
    Como arreglar este desarreglo mental que perturba y nubla mi ser.

    será que soy muy ansiosa? ,porque a mí hasta me da hormigueo de estar en una posición meditando sin moverme .
    Pero aún así seguiré siempre intentando como hormiguita lentq pero hacía adelante , hasta que sea el momento .
    Si me lo permite la vida .
    Gracias profe por cada encuentro.



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