Creo que hay pocas cosas que son obvias, que la respiración determine la vida es una de ellas, que la respiración nos hable sobre cómo estamos, nuestro estado de ánimo y lo que sentimos se refleja inconscientemente en la respiración; así que si prestamos más atención a la respiración podremos encontrarnos con esos estados de ánimo y esos sentimientos, saludarlos y entenderlos para luego pasar de ellos si es el caso.

Todos somos iguales en muchos aspectos, por ejemplo, en el proceso de respirar, nacemos con una inhalación y morimos con una exhalación; en medio de las dos hay un número finito de respiraciones.

Al inhalar activamos, recibimos; al exhalar relajamos, entregamos; un equilibrio entre las dos, compartiendo constantemente nos llevará a encontrarnos con la espiritualidad, que entendida desde un punto de vista es respirar juntos.

Con el proceso de respirar que generalmente es automático, entiendo que el entrenamiento es inherente al ser humano, este nos permite optimizar las funciones o procesos y en algún punto soltar el esfuerzo; es como correr una carrera, si no entrenas tal vez la puedas correr, pero al final el resultado y el esfuerzo están condicionados al entrenamiento previo.

Así mismo podemos entrenar la respiración que además de ayudarnos para mejorar nuestra capacidad de atención nos permitirá que ésta sea espontánea pero profunda, consciente y completa.

Sembrado por Diana Londoño (encuentros de sembrado humanidad mayo 2020)