EL FUEGO DE LA AUTO-REALIZACIÓN
Digamos que el proceso de auto-realización propuesto desde el Yoga es como encender una fogata, en el cual el buscador o el aspirante a yogui, en su interés por dejar de vivir en la penumbra, decide acercarse a las fogatas de las que tiene referencia, y habita en la compañía de los que las han encendido, este es el SATSANGHA, en donde aprende a ser receptivo a la luz de la cual no estaba acostumbrado.
Pero compartir con los que encienden las fogatas no da directamente la experiencia de encenderlas, por lo que debe profundizar y elegir alguien que le enseñe a encender la fogata, y ahí es donde recibe de un maestro el SHAKTI-PATA que sería la transmisión directa de la experiencia de alguien que ya ha recorrido el camino, que ya ha encendido fogatas, para que le instruya y le guíe, y así es como nuestro buscador aprende a encender su propia fogata.
Pero esto no es suficiente, porque para desarrollar la verdadera maestria, no basta con haber encendido una fogata una vez, bajo la tutoría de su maestro, sino que debe ejercer la práctica asidua y constante de encender la fogata, ese sería el SADHANA, y en el mismo acto de practicarlo constantemente aprenderá a encender su fogata en cualesquier circunstancia, incluso podrá enseñar a otros como encender fogatas.
Con estas tres herramientas, el Satsangha, el Shakti-Pata y la Sadhana, el buscador que comenzó con su interés de salir de la penumbra encuentra la luz de los otros, y mediante ellas encuentra su propia luz, y aprende a mantenerla encendida, tornándose en un SADHU, comprometido con el proceso constante de la auto-realización y liberación, disolviéndose con la fogata misma dejando que la luz se expanda a través de él en cada uno de los actos de su vida.
Sembrado por Esteban Augusto (Extracto de la tesis de maestría El cultivo del saber (trans)formador de la práctica y la enseñanza de Yoga: La Diplomatura de Yoga en Medellín )
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