CAFECITO

by - enero 17, 2021

Cosecha de Café en Santa Barbara, Antioquia. Diciembre 2020

En honor a todas aquellas personas que me han invitado a un café, y que se han sentido rechazadas ante mi negativa.
El punto no es que no me guste el café, lo que pasa es que no le veo mucho sentido a su sabor, ni a sus nutrientes, y tampoco he tenido la carga histórica o social de valorar el consumo de este estimulante, aunque cuando viajo siempre me asocian al café de Colombia.
Pero lo que sí me disfruto desde hace años es colectarlo, porque es una posibilidad el aprender el poner a prueba la estabilidad de las piernas y el enraizamiento de los pies para sostenerme en las faldas de las montañas, como una excusa para recordar lo importante que es mantener los pies en la tierra ante todo propósito.
También es una invitación a entrenar la fineza en los dedos para extraer con delicadeza los frutos maduros, como una preparación para combinar el discernimiento con la concentración.
Quizás algún día el café ganará un espacio en mi vida social, o quizás no... Pero por ahora me dejo cautivar por el reto y los aprendizajes de colectarlo.

Sembrado por Esteban Augusto (Diciembre 2020)


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