HIJOS COLECTIVOS

by - enero 16, 2021

Con Luciano, Quebrada Valencia, Colombia. Diciembre 2020

En estos días he tenido el placer de estar ahí cuidando, acompañando, jugando, pero sobre todo deleitándome con los chiquitines hijos de mis amigos, ejerciendo el rol de ser niñero, o algo por el estilo.
Con ello me he sentido honrado y agradecido con la vida por el poder estar ahí para ellos, porque ha sido una forma de ratificar que los hijos no son de sus padres, sino que son patrimonio (o matrimonio) del colectivo humano, y por ende es responsabilidad de absolutamente todos los humanos el acompañarlos en su despliegue, porque en ellos está el germen de florecimiento de una nueva humanidad.
También ha sido muy grato recordar que aunque parezca que uno está ahí para enseñarles algo, son ellos los que vienen para enseñarnos, porque ellos son la versión más actualizada de nosotros y si estamos lo suficientemente receptivos podemos abrirnos a su mensaje de espontaneidad y claridad.
Así que para cuando cierre este ciclo de acompañar mis amigos, que casi todos están por ser, o siendo padres creo que me dedicaré a uno de los sueños más locos que se me han ocurrido, que es pedirles que me entreguen a sus hijos, por un tiempo, para entrenarlos, y aunque esto suene muy jedi, siento que es una de formas en las que puedo servir mejor a la humanidad.

Sembrado por Esteban Augusto (Diciembre 2020)


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