MAESTROS INESPERADOS

by - enero 16, 2021

Con Alcides, Valle del Cauca. Colombia. Diciembre 2020


En la foto pueden ver a un sujeto que salió muy joven de su casa, que se decidió a recorrer el mundo más allá de las fronteras que conocía, que ha sembrado más semillas que los atardeceres que ha visto, que se ha comprometido a honrar su vida sonriendo en vez de quejándose, que se ha consagrado a servir y que ha decidido ser feliz. Y a su lado estoy yo (EA), encontrando un forma de sacarle una sonrisa mientras nos toman una foto.
Él es Alcides, alguien que desde que ví, sentí como si le conociera de toda la vida, y que me puso uno de los apodos más apropiados de la vida “cargamanto” aunque más exactamente me dice “maestro cargamanto” argumentando que siempre me la paso cargando un manto sobre mis hombros o alrededor del cuello.
Aunque me he dedicado muchos años a aprender de muchos de esos que llaman maestros espirituales, siempre he tenido una profunda fuente de inspiración en aquellos personajes simples, comunes y silvestres, que se encuentran en la cotidianidad, y que por su simpleza, suelen pasar desapercibidos, pero que guardan una profunda relación con la vida más allá de los conceptos o las ideologías, y cuentan con una sabiduría que se manifiesta en forma de chistes o de historias anecdóticas.
Por esto la invitación ahora es a que nos demos la posibilidad de aprender de todos aquellos que nos rodean, en especial de aquellos personajes más inesperados, porque para aprender lo único que necesitamos es activar nuestra receptividad, y más que andar buscando oradores prodigiosos o grandes eruditos la clave está en acercarnos a personas con vidas coherentes y recordar con ellas la sabiduría de los cotidiano, y la belleza de lo simple.

 Sembrado por Esteban Augusto (Enero 2021)

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