EL AMOR, SEGÚN YOGANANDA

by - septiembre 16, 2022



Busqué el amor en muchas vidas. Derrame amargas lágrimas de separación y arrepentimiento para llegar a saber qué es el amor. Lo sacrifique todo, cada apego, cada ilusión, para al fin aprender que estoy enamorado solamente del Amor. Entonces, bebí el amor a través de todos los corazones sinceros, vi que el Amor es el Único Amante Cósmico, la Única Fragancia que impregna todas las multicolores flores del jardín de la vida.

Muchas almas se preguntan con desvalido anhelo, por qué el amor escapa de un corazón a otro, las almas que han despertado tienen plena conciencia de que el corazón no es voluble por el hecho de amar a diferentes personas, pues en realidad está amando al Amor Único que esta presente en todos los corazones.

El Amor, simplemente te susurra:
Yo soy el Amor. Pero para experimentar la ofrenda y el obsequio del amor, me dividí en tres: amor, amante y amado. Mi amor es hermoso, puro, eternamente gozoso; y con deleite lo percibo de muchas maneras, a través de muchas formas.

Como padre, bebo amor reverencial de la fuente del corazón de mi hijo. Como madre, bebo el néctar del amor incondicional en la copa del alma del pequeño bebé. Como niño, absorbo el amor protector de la recta razón del padre. Como infante bebo el amor incondicional del santo grial de la atracción materna. Como amo, bebo el amor cordial del vaso de la amabilidad del sirviente. Como sirviente, degusto el amor respetuoso de la copa del aprecio del amo. Como perceptor, disfruto del más puro amor del cáliz de la devoción del discípulo que se entrega por completo. Como amigo, bebo de las fuentes burbujeantes del amor espontáneo. Como amigo divino, bebo ávidamente de las aguas cristalinas del amor cósmico que se atesora en los corazones que aman al Supremo.

Por lo tanto mi amor juega al escondite en todos los corazones humanos, para que cada uno de ellos pueda aprender a descubrir y adorar, no a los temporales receptáculos humanos de mi amor, sino al Amor mismo danzando de un corazón a otro.

¡Toma plena conciencia, hijo mío, que es mi amor lo que anhelas!


Fragmento del texto Un mensaje sagrado de Amor de Paramahansa Yogananda

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