Aunque parece que edificamos barreras para demostrar nuestro poder, la verdad es que lo único que demostramos es nuestro propio miedo a lo diferente y nuestra incapacidad de ser receptivos.

Y con el paso de los años hemos refinado la forma de hacer barreras, antes eran de piedras, barro o maderas, luego nos dimos cuenta que también podríamos imponer barreras en las mentes, y nos dedicamos a edificar creencias, identidades, nacionalidades, e ideologías.

Algunas de nuestras barreras no son sólo para delimitar un terreno o defender una posición, sino que tienen también el poder de herir a los que se acerquen a ellas, y este tipo de barreras ofensivas simplemente son una demostración de nuestra ignorancia de que simplemente somos parte de algo más grande.

¿Será que algún día los libraremos de las barreras cancerígenas de creernos superiores?

¿Será que algún día aprenderemos a desmontar las barreras que pusimos para separarnos de los otros, pero que sólo sirven para generar heridas?

¿Será que algún día aprenderemos a ser “todos nosotros” en vez de pretender ser familias, tribus o naciones?

¿Será que algún día aprenderemos a dejar de reforzar las barreras que nos separan para aprender a reconocernos como parte de algo más grande?

¿Será que habrá alguna cultura o algún idioma en donde no haya distinción entre “nosotros” y “los otros” ?