SUCIEDAD

by - agosto 26, 2022



Llevo las ultimas 15 horas de mi vida en modo aseo profundo, organizando cosas para la casa que estaré habitando, o en la que me dedicaré a guardar cosas y que tendré disponible para compartir y recibir otros humanos, ha sido una jornada larguísima de asear, pintar, estregar, reparar, restaurar, lavar, acomodar, que aparte de la fatiga en las yemas de los dedos me ha dejado algunas reflexiones, como para variar, pero antes de compartirlas sería lindo agradecerle a mi gemelo astrológico @ y a María, su compañera, por apuntarse a acompañarme en esta labor y a la nueva compañera de piso por sumarse a este proyecto de coexistencia.
Muchas de estas reflexiones giran alrededor de símil entre el limpiar estos cajones de cemento que llamamos casa, y la limpieza que debemos hacer a tanto en nuestro cuerpo físico como en todos los contenidos de nuestra mente y nuestra historia.
De hecho mientras estábamos en jornada de aseo recordé y narre un fragmento de la historia del mítico Hércules y uno de sus afamados trabajos que implicaba lavar un establo que llevaba años sin asearse, y que la única forma de cometer este propósito fue desviar un río para que su caudal pudiera remover todas las suciedades acumuladas, y esta historia como todos los procesos mitológicos carga una enseñanza sobre la psiquis y en este caso toda la porquería (mental y emocional) que acumulamos y que en algún momento debemos asumir la labor de limpiarla.
En la foto se ve un contenido que para algunos puede ser un tanto asqueroso, que no es más que grasa y mugre acumulada durante años, de una parte de la cocina, y que costo un buen tiempo y el uso de varias herramientas y técnicas para limpiarlo.
Lo gracioso de esto es que a simple vista se veía limpio, porque toda esta mugredad se camuflaba con los colores alrededor, y por ello no se le prestaba atención ni se hacía mayor cosa para limpiarlo. Y lo otro divertido es que esta acumulación es algo sumamente evitable, y en este caso no es sino limpiar bien cada vez que algo se chorree en el fogón, para no dejarse coger ventaja y ahorrarse este proceso de remoción profunda.
Y estas mismas características de aparentar estar limpio y de ser fácilmente evitable aplican perfectamente cuando debemos afrontar algún proceso de limpieza en nuestra psiquis, porque casi nunca somos capaces de ver la suciedad que hemos acumulado, y sólo empezamos a hacer algo al respecto cuando algún suceso nos sacude o nos transtorna nuestra cotidianidad. Y si fuéramos más activos a la hora de limpiar todos estos agregados psíquicos, podíamos evitar que se acumularan, se incrementaran y se cristalizaran todos estas mugrecitas como miedos, culpas, iras, tristezas y demás mugres que solemos cargar durante años.
Pero algo más complejo aún es el hecho de apegarnos a la mugre, que suena medio estúpido, pero es algo que hacemos constantemente, nos apegamos tanto a ciertos estados mentales o a ciertas conductas, por nocivas que sean, que no hacemos nada para removerlas, porque nos identificamos tanto con la mugre que creemos que somos eso que debemos limpiar, razón por la cual decidimos no hacer nada para limpiarnos porque nos sentimos heridos a remover toda la basura acumulada.
Si miramos profundo nos daremos cuenta que hay un montón de basurita por ahí acumulada, una rabia por algo que nos hicieron, un frustración por algo que no hicimos, un resentimiento, una desilusión, y un larguísimo etcétera, muchas de estas cosas no les dimos su lugar en su momento, o quisimos ignorarlas sin limpiarlas cuando estaban frescas, y ahora que empezamos a caer en cuenta de esto nos encontramos que han sido capas y capas de mugre, y que si véncenos el apego a ella y nos proponemos hacer un aseo profundo, para limpiarlas nos toca echar mano de toda nuestra fortaleza y acompañarnos con muchas herramientas, como el silencio, la meditación, el arte, etc.
Igual la vida siempre traerá más mugre, así como a la casa siempre le entrará polvo, pero en nuestras labores constantes de estar agudizando nuestra percepción para identificar la basura que entra, de cuidar de no acumular mas suciedad y de limpiar cuando las cosas están frescas, de tomar acciones concretas para remover la mugre acumulada, y de desidentificarnos a tal punto para reconocer quienes somos en realidad, está la posibilidad de vivir bajo el principio de la pureza.

Sembrado por Esteban Augusto (Julio, 2022)

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