YOGA VASISHTHA (1)

LIBRO I: VAIRAGYA KHANDA

Apartado:

Discurso de Rama

Rama en su discurso manifiesta lo doloroso que es cuestionarse el sentido de la vida, él se preguntó por todo: por el cuerpo, por el deseo, por la mente, por el tiempo, todas las dudas lo asaltaron al tiempo y terminó sintiéndose aplastado por todos esos cuestionamientos. 

Nosotros también solemos encontrarnos con ese tipo de preguntas, pero lo que hacemos normalmente es distraernos en algo más y dejarlas de lado, no le prestamos mucha atención a cada uno de esos dilemas que se nos presentan, pero cuando aparecen todos juntos esa carga parece más pesada y es más difícil de evadir y aunque en el momento no logramos ver las posibilidades de esa crisis a la que nos enfrentamos, es importante reconocer que si no existiera ese impulso de inconformismo, esa necesidad por cuestionarnos lo que hacemos y cómo lo hacemos no existiría tampoco la búsqueda; la búsqueda nace precisamente de la crisis y es por esta razón que muchos de los textos clásicos comienzan mostrando el peor panorama, ese del que creemos no hay salida y lo hacen justamente como un llamado de atención, tratando de que paremos ese estado de automatismo en el que vivimos y que usualmente nos conduce a la incapacidad de cuestionarnos.  

En nosotros se ha instalado un programa cultural y civilizatorio que nos invita a tener un trabajo, una familia, a poseer ciertas cosas y a vivir según un guión que finaliza con la muerte. Solemos creer que ese guión es nuestra razón de ser como seres humanos y que no existe la posibilidad de actuar de otra manera, en general todos nos movemos según ese mismo camino trazado por ese programa civilizatorio que nos alinea y nos lleva a ser productivos, a trabajar y movernos sin cuestionamientos pero cuando finalmente nos cuestionamos y salimos de ese automatismo, cuando nos quitamos el velo de la productividad por la productividad, del hacer siguiendo el guión, cuando vamos más allá del programa que tenemos instalado como sociedad ya no es posible volver a ser los mismos.

Cuando nos damos la posibilidad de preguntarnos cosas cada vez difíciles ésto nos da el impulso para querer librarnos del deseo, que por paradójico que parezca es en sí mismo un deseo. Ese punto en el que constantemente nos estamos cuestionando es el mejor punto de partida para la búsqueda espiritual. Los yogis más sensatos sufrieron grandes crisis que los llevaron a enfrentar su propia miseria, a encarar su propia oscuridad y ese enfrentamiento les dio la oportunidad de acercarse a cada pregunta y la posibilidad de buscar en su interior la claridad para encontrar las respuestas.

La vida continuamente, nos está poniendo elementos frente a nosotros para que aprendamos de ellos, pero muchas veces no les prestamos la suficiente atención, no nos damos la posibilidad de aprender con los pequeños mensajes que nos manda y la vida tiene que manifestarse de formas cada vez más fuertes para podamos atender. La vida va hablando cada vez más duro y llevándonos a estrellarnos cada vez más fuerte, y si seguimos sin escucharla nos terminamos estrellando tan fuerte que sentimos que hemos tocado fondo. Y es en ese momento, en el que creemos que no hay salida en el que realmente tenemos dos opciones, una es quedarnos en la desgracia y simplemente ver la sombra y la otra es tomar esa sombra para encontrar la fuente de luz que la proyecta, recordar que para que haya sombra debe haber luz. La tarea es tomar esa sombra que nos confronta y no quedarnos en ella sino usarla como una herramienta, convertirla en sabiduría, usar todo lo que nos cuestiona, lo que nos sacude para convertirlo en preguntas que nos conduzcan a la claridad de las respuestas.

Por otro lado, cuando esas preguntas llegan nos damos cuenta que llevamos milenios como humanidad haciéndonos las mismas preguntas y nos parece que más allá del paso del tiempo seguimos teniendo los mismos problemas de siempre, que seguimos sufriendo por lo mismo pero si vamos un paso más lejos nos damos cuenta que aunque parecemos estar estancados en el mismo punto, algunos sí han encontrado respuestas que han compartido de diversas formas y por distintos medios con los demás.

La invitación que se plantea con este discurso es a no quedarnos estancados, no quedarnos en las sombras, encontrar la forma de salir. En ocasiones llega un momento en que sentimos hastío por todo, en el que no encontramos el disfrute en nada y la clave en esos momentos es seguir, recordar que la vida es solo una respiración, por más sufrimiento y dolor que estemos experimentando, por más preguntas que nos agobien, la clave es mantener una respiración más. Al parar le estamos dando más fuerza a la angustia, a las cosas que nos desarman, en cambio si seguimos una pregunta en cada inhalación y una respuesta en cada exhalación y cada vez lo hacemos por una respiración más, tenemos la posibilidad de dejar de estar estancados en esas cuestiones que nos abruman y salir de ahí.  Es importante entender el papel que tiene la crisis al invitarnos a verlo todo desde un lugar diferente al usual, al ayudarnos a salirnos de los mecanismos automáticos que solemos usar.