EL COMBUSTIBLE DE LA VOLUNTAD

by - enero 14, 2021

 



YOGA VASISHTHA (15)

LIBRO V: UPASHAMA KHANDA


Apartados:

Los deseos del jivah mukta

Historia de Punya y Pavana

Represión del deseo

Historia de Bali, hijo de Virochana

El rey y su ministro; Brahman y la mente

Reflexiones de Bali

Respuesta de Shukra a Bali

Profundo samadhi de Bali

Despertar de Bali

Historia de Hiranya Kashipu y Prahláda

Fé de Prahláda y adoración de Vishnu

Oración de Prahláda

Autoinvestigación de atman vichára de Prahláda

Autoconocimiento o átmavidya de Prahláda

Canto al ser

Desorden del mundo de los asuras

Sumisión de Prahláda

Los dos tipos de liberación

La religión o el culto a lo externo



Sobre la voluntad y el deseo


La idea de ciertas prácticas de fortalecer la voluntad está en función de vencer la inercia del mundo. La inercia nos lleva hacia abajo, a la inmovilidad, a la quietud. Para salir de esa inercia se necesita voluntad y por eso hay prácticas cuyo combustible es precisamente la voluntad. Pero llega un momento en que la voluntad debe ser abandonada y debe abrirse espacio para trabajan desde el abandono, hasta tal punto de desprenderse de la aspiración a lo supremo. Con la voluntad pasa como con un cohete que para salir de la tierra necesita un gran tanque de combustible para romper la inercia de la gravedad pero cuando sale y ya no está preso de la gravedad, el tanque que le sirvió para salir se convierte en una carga. Así que abandona el tanque para poder seguir más ligero.


Hay ciertos momentos donde debemos fortalecer la voluntad y hay ciertos momentos en los que hay que abandonarla. Lo que sucede a veces es que nos queremos meter en moldes, en prácticas preestablecidas, sin antes revisar lo que realmente necesitamos. Podemos terminar embarcados en prácticas para soltar la voluntad cuando ni siquiera la tenemos incorporada. Primero debemos darnos la oportunidad de fortalecerla, de cultivarla para luego poder soltarla.


Este tema de la voluntad y el abandono de la voluntad también se relaciona con los pratyahara. Los sentidos usualmente están volcados hacia el afuera. Lo que hace el pratyahara es equilibrarlos con los sentidos del adentro. Esto mismo pasa con los deseos, que son los que le dan el impulso a los sentidos, pero como los sentidos usualmente están en el afuera quedamos absortos en la búsqueda de placer y de posesión. Lo que podemos hacer es usar ese deseo como combustible para ir hacia adentro o para vencer la inercia del afuera, tratando de desprendernos de los deseos de la posesión y del sentido de placer. El deseo puede convertirse en el combustible de nuestra búsqueda y aunque extinguirlo puede ser una opción también el deseo nos brinda la posibilidad de usarlo para catapultarnos.


Sin el deseo de liberación no hay ningún movimiento simplemente nos quedamos atados a la inercia en la que estamos. Hay unos deseos que nos llevan a la esclavitud y otros nos llevan a la liberación. Si nuestros deseos no son de posesión nos pueden conducir a la liberación.


Sobre el jivanmukta, la acción y la inmanencia


En cuanto a la liberación, existen visiones que pueden parecer opuestas pero al analizarlas no lo son tanto. Por ejemplo, podemos en cierto momento sentirnos identificados con lo que llamamos cuerpo, o podemos creer que somos el ser que trasciende, o incluso que no hay nada, que todo es vacío y aunque todas estas posiciones se presentan como contradictorias, todas pueden llevarnos a la liberación. No son más que gradaciones de lo mismo, todas pueden conducirnos a salir de la esclavitud.


El jivanmukta siempre está en acción, siempre hace lo que le corresponde sin importar que ya sea un iluminado en vida. Esto nos muestra como nadie por la gracia divina logra llegar a ningún lado, necesitamos por lo menos poner un poco de esfuerzo para lograr algo. Todo depende del impulso con el que nos movamos. La tarea es siempre hacer lo que nos corresponde, no preocuparnos tanto por hacer cosas extraordinarias y seguir actuando desde la sencillez. En realidad ningún sacrificio, ritual, práctica o ceremonia nos va a ofrecer la solución, siempre tiene que realizarse una acción.


El jivanmukta, nos da cuenta del camino inmanente, el camino descendente de la espiritualidad. No es simplemente llegar a un estado de suprema absorción y supremo regocijo y ya está, hay que volver a hacer las cosas de siempre. Nos han vendido la ilusión de la espiritualidad como algo lejano. Pero el lado de la inmanencia nos muestra que teniendo el conocimiento del ser, despertando a la autoindagación, encontrando o develando los misterios de la existencia se puede llegar,y cuando se llega no hay que irse a ningún lado, se puede seguir siendo la misma persona, realizando las mismas actividades de siempre, y mantener el estado de regocijo interno sin preocuparnos por lo que está pasando o dejando de pasar o queriendo ser algo más. Todo eso simplemente se desvanece. Una forma de reconocer al sabio liberado es que aunque se dedica a hacer, lo hace de un modo distinto, en el que no aspira, en el que no pretende. Cuando vivimos desde la pretensión básicamamente deseamos no  estar en lo que estamos haciendo sino en lo que deberíamos hacer, vivimos en un mundo supuesto en el que negamos la realidad. El jivanmukta simplemente hace el rol que le toca y deja de evadir de las cosas, de querer salir, de dejar de estar, de desear alcanzar la gracia divina,  cada acción termina dando cuenta de su propio ser.


Sobre la información 


Debemos estar siempre muy atentos de las cosas que nos rodeamos, de los libros que leemos, la información a la que accedemos. Como podemos notarlo con ese tipo de textos, toda la información que nos llega tiene el poder de invitarnos a reflexionar y a sacudirnos, incluso las cosas más sencillas tienen ese poder. Por lo tanto cuando estamos envueltos en cosas que hablan de violencia, de destrucción, de dolor, vamos creando ese tipo de conexiones. De la misma forma cuando nos exponemos a historias que nos generan despertar y claridad vamos a lograr conectarnos con lo profundo. 


Este cuidado debemos tenerlo muy presente con los más pequeños, a qué tipo historias los estamos exponiendo, si los rodeamos de historias que los inviten a crear conexiones sanas va a ser muy diferente su proceso para alcanzar el despertar que si los rodeamos de historias que les enseñen la competitividad y la violencia.


Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros Septiembre 2020)



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