Sobre mi espiritualidad

by - octubre 18, 2019

Cascada el fin del Mundo, Putumayo-Colombia. 2018.

Alguien me pregunto hace poco sobre cómo podría definir mi espiritualidad después de todo lo que había recorrido en mi vida. Lo único que se me ocurrió decirle era que mi definición de espiritualidad implicaba un proceso de síntesis que permeaba la vida diaria. Pero ahora pudiendo extenderme en mi respuesta diré que aunque durante muchos años me acerqué a Swamis, Chamanes, Sacerdotes, Monjes, Lamas, Jaibanas, Obispos, y demás líderes de diferentes tradiciones espirituales, nunca he puesto a ninguno de ellos por encima de otros, ni he aceptado de ninguno de ellos ningún tipo de iniciación para mí camino espiritual, y aunque podría pensarse que era pura prepotencia de aceptar autoridades, es porque por más tradiciones espirituales que haya recorrido, lo que más me ha hecho activar mi sentido de devoción son las sonrisas y los paisajes, y no tanto los rituales ni las ceremonias, porque he comprendido la magestuosidad de la vida mediante montañas, tormentas, lagos, cascadas, manos tendidas, diálogos y abrazos. También es porque por más que valoro la vida humana, no creo en caminos únicos ni universales, sino en senderos espirituales hechos a la talla de cada uno, y que en esencia no conducen a ningún otro lado que no sea el reencuentro con lo sagrado que está en la vida misma. Además porque siento que he recibido las más grandes iniciaciones de mi vida perdiéndome en el camino de una montaña con unos amigos, contemplando y conectándome con el palpitante calor de las brazas de una fogata en extinción, despidiéndome de un ser amado, que aunque es consciente de su final es capaz de sonreír. Enfrentando mis miedos en una noche de tormenta y soledad en la cima de una montaña. Por todo ello es que me declaro un fiel devoto de cada instante, de cada presencia y de cada compañía, y me dedico a reactivar lo sagrado, que es lo espiritual, de la vida diaria, y mis votos con la vida los renuevo a cada respiración. Y aunque esté lejos de la perfección y me cueste entablar conexiones humanas he decidido mantenerme en este camino porque el fuego que emana de mi corazón siempre me recuerda que el propósito es irradiar, iluminar, compartir y cultivar.

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, Enero 2019).

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