VENCER CONDICIONAMIENTOS: UNA DANZA ENTRE LA INERCIA Y EL RECTO ESFUERZO

by - octubre 21, 2020

 




Desde que estamos en el vientre de la madre, explican algunas teorías de la gestación, el bebé recibe una información de su entorno a través del cuerpo de su madre, con la cual va organizando e instaurando condicionamientos y patrones mentales para responder ante la vida. Demostrándonos como el ser humano tiene una estructura biológica que se sustenta en estos condicionamientos. Pero en este escrito no desarrollaremos los condicionamientos desde el punto de vista de la epigenética, ni desde la reminiscencia del alma.


Partiendo desde un contexto biológico y hasta cierta parte materialista, un infante viene -metafóricamente hablando- con un cerebro o disco duro limpio, recién reseteado. Pero desde el momento de la concepción, ante todos nuestros estímulos, necesidades, gustos, y deseos, se estarán almacenando múltiples respuestas desde el pensar, el sentir y el hacer, creando los condicionamientos que nos acompañan a lo largo de la vida.


Sumado a lo anterior observamos como las acciones repetitivas están acompañadas de procesos de atracción o del rechazo, instalando patrones de reacción, entonces podemos afirmar que estamos reconociendo un mecanismo de condicionamiento automático. Pero reconocer estos automatismos también nos abre la posibilidad a otro proceso, no automático, con el que podemos reprogramar hábitos, mediante unas repeticiones conscientes dirigidas por el sentido del deber que consolidan una disciplina que ayuda a integrar mecanicidades inconscientes en conscientes.


Entonces podemos abrir paso a la comprensión de que estos condicionamientos iniciales -de nacimiento-, no sólo se incorporan en nuestra edad temprana, sino que estamos sujetos a que haya influencias todo el tiempo y que -así como existe esta vía inconsciente-, también podemos utilizar el mismo mecanismo para crear condicionamientos conscientes con el objetivo de ayudarnos a transformar o reconfigurar los viejos.


Es aquí donde el esfuerzo de la voluntad para no caer bajo la fuerza de la inercia de la materia, de lo ya condicionado, participará dando paso a los nuevos hábitos que conscientemente se integrarán.


Hasta aquí sólo hemos mencionado los condicionamientos vinculados con las primeras capas de su supervivencia, necesidades de afecto, seguridad y empatía.  En la medida que el niño en su etapa de crecimiento, le surgen otras necesidades a partir de los condicionamientos que tiene, le amplían su lenguaje interpretativo a otros condicionamientos que le ofrece la cultura y que interpreta como válidos.


Por ello desde la región racional de la mente se alimentan estos condicionamientos, apoyados entre estas polaridades alejándose de un centro armónico y fundamentándose en ideas preconcebidas, opiniones, juicios y sistemas de creencias a cerca de las necesidades. 


Y es así como la cultura puede ofrecer ideas cargadas de condicionamientos alrededor de necesidades reales y artificiales, pero también la cultura a su vez ofrece un condicionamiento conectado con un sentido de trascendencia que si lo integra influirá en él de manera constructiva.


La tarea será esforzarse en un Recto Esfuerzo -a la manera budista- en aprender a utilizar el mecanismo de los condicionamientos para evolucionar los ya existentes, cargados de inercia inconsciente y egoísta, por un amplio abanico de posibilidades condicionadas pero con un sentido más altruista.


Para lograrlo es necesario despertar la consciencia de quienes somos. Porque es en ese momento cuando el alma despierta, y que naturalmente surgirá el poder innato del ser.  Y es su sentido de trascendencia, de marchar hacia arriba y hacia adelante, que lo alejará de la rutina de acciones repetitivas sin sentido y empezará inexorablemente, una nueva etapa de crecimiento consciente, desde el deseo innato del poder del alma y su sentido de trascendencia y evolución.




Sembrado por Claudia Patricia Hernández (Octubre 2020)


Este texto es fruto de la convocatoria editorial del Semillero de Yoga 2020


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1 comentarios



  1. Pensar que podemos relacionarnos con nuestras ideas condicionantes es desafiante pero esperanzador.

    Me genera curiosidad esto de "...amplio abanico de posibilidades condicionadas pero con un sentido más altruista."

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