ESPINAS

by - agosto 06, 2021

 


En muchas ocasiones nos cubrimos de espinas, con la intención de defendernos, de encubrir nuestras debilidades en un aparente mecanismo de defensa quasi impenetrable.

Pero pocas veces nos percatamos del potencial daño que causamos con estas espinas, y no es que esas espinas se dediquen a perseguir a los consagrados enemigos o a cobrar venganzas, sino que en el acto de defendernos pasamos por alto la vulnerabilidad de quienes nos rodean, y en un muchas ocasiones, algunos que se acercan amorosamente terminan lacerados por nuestros mecanismos de defensa.

Reconocer la vulnerabilidad ajena, puede ser un incentivo para desinstalar todos esos mecanismos de defensa innecesarios, y decidir conscientemente a no sembrar más dolor.

Pero resulta fundamental comprender también que en esto del vivir, la clave no está en ser fuertes o en aparentar serlo, si no en aceptar y asumir nuestra propia vulnerabilidad, porque cuando dejamos de obrar en modo defensivo, y reconocemos la vulnerabilidad propia y ajena, podemos dedicarnos a construir vínculos verdaderamente humanos, basados en el cariño, la dulzura y el amor.

Sembrado por Esteban Augusto (Agosto 2021)

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