SINAPSIS Y VRITTIS

by - enero 15, 2022



El yogui, es decir el practicante de yoga, en su camino de autoconocimiento y transformación, busca el cese de la identificación con las fluctuaciones mentales, lo que se conoce como: “Yoga chitta vritti nirodah” pero ahora tenemos otras formas de comprender ese proceso de desidentificación con las fluctuaciones de la mente a la luz de todo lo que nuestro conocimiento actual nos puede enseñar sobre el cerebro, el sistema nervioso y las neuronas.


El sistema nervioso es una compleja red de nervios y neuronas, que llevan mensajes a y desde el cerebro a diversas partes del cuerpo, y está compuesto por el sistema nervioso central SNC y sistema nervioso periférico SNP, este último a su vez está compuesto por el sistema nervioso aferente y eferente, encargados, el aferente de tomar la información del entorno y llevarla adentro al SNC y el eferente de enviar información desde el SNC hacia el afuera, siendo el primero asociado a toda la estructura sensitiva y el segundo a la motriz.


El sistema nervioso, funciona, captando información del afuera, del entorno que nos rodea, para ello está la mente sensitiva, conocida desde el ámbito de yoga como Manas, que siempre está en modo receptivo tomando información del afuera, por medio de los sentidos, los Jñana Indriyas (vista, oído, tacto, gusto, olfato), la neuronas aferentes, son las encargadas de transportar los impulsos nerviosos, desde los órganos receptores hacia el sistema nervioso central SNC allí, se procesa por medio de impulsos nerviosos y se transforma del adentro hacia el afuera por medio de los sentidos de la acción Karma Indriyas (manos, pies, lengua, órganos de reproducción y excreción), que llevan de regreso una información como respuesta de nuevo al afuera, este proceso inverso, es desarrollado por las neuronas eferentes.


El trabajo que hace el yogui es mantener el sistema balanceado, es decir que el lado sensitivo, los jnana indriyas, esté equilibrado con el lado de la acción, los karma indriyas, o sea que no se desborde hacia los sentidos que captan la información del afuera, ni que se sobre estimule por las acciones que producen desde el adentro.


Pero para comprender más a fondo todo el proceso de los vrittis vale ir mucho más adentro en nuestro sistema nervioso, a su unidad funcional, la neurona. Las neuronas son células dedicadas a compartir información empleando los llamados neurotransmisores, que son mensajeros químicos que transportan las señales entre las neuronas, generando el proceso llamado sinapsis neuronal, que no es más que la conexión de neuronas con lo cual se generan redes neuronales, que se van cableando o potenciando de acuerdo a todo lo que pase por nuestros sentidos y por nuestras acciones, es decir que cada una de nuestras percepciones y de nuestras acciones terminan generando formas específicas de conectar nuestras neuronas, y con el paso del tiempo nuestras redes neuronales terminan dirigiendo nuestros comportamientos de las formas que se han marcado como usuales y cotidianas.


Los neurotransmisores, son un componente importante en esta cadena de información, ya que son los que permiten la transmisión de información entre las neuronas, y resulta importante entender que nuestros neurotransmisores son direccionados desde tres fuentes, la primera es desde nuestra madre biológica en el proceso de gestación, ya que según las emociones que experimente en esta etapa, generan patrones en el bebé; la segunda es el contexto social y cultural que refuerza esos patrones; y la tercera son los propios comportamientos y creencias del individuo. Por esto es que podría decirse que nuestro sistema nervioso está regido o influenciado por múltiples tendencias, sobre algunas de las cuales no tenemos la facultad de elegir, pero sobre otras sí.


Esto que hoy entendemos a la luz de la ciencia, las sinapsis neuronal, es lo que los antiguos yoguis, experimentaron como un montón de corrientazos de energía muy sutil y que los denominaron los chitta vrittis, es decir las fluctuaciones de la mente, y emplearon la palabra vritti que se entiende como torbellino, onda o vórtice y que está muy en consonancia con los impulsos eléctricos producidos al interior de nuestro sistema nervioso, y también está en consonancia el hecho que los vrittis terminan generando condicionamientos e identificaciones, porque el cableado de las conexiones neuronales de nuestro sistema nervioso es el que termina generando los condicionantes de nuestro comportamiento.


Ahora, la gran pregunta es…

¿Qué dejo entrar al sistema?
Y eso que entra ¿cómo lo gestiono?


Cuando llega un estímulo externo, se produce una percepción, y de la percepción se genera una emoción, que produce una conexión neuronal o sinapsis (vritti), y con el tiempo de reforzar esa carga emocional o de una exposición prolongada a los estímulos externos, se genera una creencia y esa creencia genera un comportamiento, que a su vez genera más emociones.


PERCEPCIÓN – EMOCIÓN – CONEXIÓN NEURONAL o SINAPIS – CREENCIA –COMPORTAMIENTO – EMOCIÓN – PERCEPCIÓN


La mente, continuamente está navegando en fluctuaciones mentales VRITTIS, estos pensamientos van dejando huellas, SAMSKARAS que son representadas en las creencias que vamos guardando y al repetir esto una y otra vez, se genera un hábito, VASANAS un comportamiento que hacemos en automático


VRITTI - VASANAS - SAMSKARAS


Entre más veces ocurra el evento que genera la emoción o más tiempo esté la información, o genere más impacto emocional, más fuerte es la instalación.



Como dijo Mahatma Gandhi:

“Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras
Cuida tus palabras, porque se volverán actos
Cuida tus actos, porque se volverán hábitos
Cuida tus hábitos, porque forjarán tu carácter
Cuida tu carácter, porque formará tú destino
Y tú destino, será tu vida”.


Como tenemos un sistema nervioso que todo el tiempo recibe información del afuera y que a su vez siempre está retroalimentandose de todo lo que sucede adentro, la gran labor consiste en aprender a purificar el sistema, y esto nos conducirá por un lado a tomar decisiones más conscientes sobre todo lo que dejamos entrar a nuestro sistema y aprender a desengancharnos de los indriyas, y por otro lado nos llevará a hacernos conscientes de nuestra identificación con las creencias y los patrones instalados, para tomar decisiones que nos permitan recablear nuestras conexiones neuronales, para librarnos de todo el ruido de las identificaciones que llevamos dentro, porque sólo cuando el ruido cesa, es decir en el estado de “Yoga chitta vritti nirodah” es que podemos reconocer lo que somos en realidad.



Sembrado por Liliana Arenas y Esteban Augusto (Parte de la compilación del curso de profundización en pranayamas en 2021)


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