SACAR LA PIEDRA

by - septiembre 03, 2022



SACAR LA PIEDRA
Mi padre solía contarme historias de personas que se suponía eran muy serenas y tranquilas, pero cuando les “sacaban la piedra” reaccionaban de forma tal que herían a todos los que estaban al rededor y luego ni si siquiera se acordaban de lo que habían hecho.
A todos nos han “sacado la piedra” alguna vez, a algunos nos sacan piedras pequeñas y afiladas, que son como dardos sutiles, pequeños pero certeros, a otros nos sacan piedras grandes y compactas que son como meteoritos que caen potentemente dejando una ola de destrucción alrededor, a otros nos sacan piedras múltiples que son como una avalancha que arrasa con lo que encuentran en su camino, todas estas y otras manifestaciones dan cuenta del potencial destructor e irreversible que tienen esas “piedras” cuando salen.
Pero mi padre también me enseñó que aquellos que se las dan de que no les pueden sacar la piedra, terminan haciéndose más daño a sí mismos, y al final se las tienen que sacar quirúrgicamente en forma de tumores o de cálculos acumulados en algunos de sus órganos internos.
Pero en mis diálogos con él, un día le propuse una solución diferente a todo esto de “sacar la piedra” y era que a uno sólo le pueden sacar la piedra, si ya la tiene adentro.

Esto pareciera un simple juego de palabras, pero es una invitación a comprender que cuando no hay dolor ni rabia en nuestro interior, por más retadoras o violentas que sean las circunstancias, nuestras respuestas serán libres de violencia, y así podremos dejar de ver la manifestación violenta como si fuera la causa, porque no es más que la consecuencia de muchas conductas acumuladas y alimentadas, que se convirtieron en “piedras”, que simplemente buscan una excusa para salir del sistema y aligerarnos.

Entonces con todo esto de “la piedra” resulta fundamental entender que no hay que andar cargando pesos innecesarios (como rabias, rencores y demás), porque con el tiempo irán creciendo y solidificándose cada vez más y buscaran formas de salir sin importar el efecto que puedan causar.
Pero reprimir esa “piedra” para que nadie nos la vea, tampoco es una solución, ya que al reprimirlas lo único que haremos es garantizar que la próxima vez que salgan sean más grandes, más sólidas y más arrasadoras.
Igual, ya todos tenemos muchas “piedras” adentro por todo lo que hemos vivido, entonces la clave está, primero en evitar acumular nuevas “piedras”, y segundo en encontrar soluciones creativas para aligerarnos de “las piedras” que hemos venido cargando, y acá resulta fundamental aprender a emplear estar piedras de una forma edificante, podríamos, por ejemplo, utilizar estas “piedras” para edificar monumentos que nos permitan mantener presentes los aprendizajes que de ellas se derivaron, y marcar el camino para tener claro, al menos, a dónde no quisiéramos regresar.

Sembrado por Esteban Augusto (Septiembre 2021)

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