La relajación y la meditación son partes fundamentales del yoga, generan beneficios al ser y aportan al óptimo aprovechamiento de la práctica, además, ambas contribuyen al adiestramiento de la mente, el incremento de la fuerza de voluntad y la introspección. Más que diferentes, la relajación y meditación son complementarias, a continuación observaremos cómo se relacionan. 

La relajación es un proceso natural que coexiste con la tensión, y en la práctica se basa en la liberación de las tensiones físicas, emocionales y mentales, para alcanzar el estado de plenitud. Por otro lado, la meditación es un proceso de conexión con la vida en plena consciencia, para la desidentificación de la persona y el vínculo con el Todo. Hay múltiples métodos para alcanzar estos estados dado que muchos maestros han desarrollado y compartido distintas maneras de relajarse y meditar, y aunque este es un tema para otro momento, vale decir que su aplicación varía de acuerdo al estado del grupo o la persona. 

Con ambas prácticas se encuentra una condición extraordinaria de consciencia y unión con la divinidad interior, sin embargo, tienen diferentes formas de llegar a ello. En la relajación esto se consigue de manera inconsciente y natural, a través de una guía que marca el camino paso a paso, mientras que la meditación se logra con el encuentro consciente y autónomo de la consciencia. También es válido decir que la relajación abre las puertas para la meditación, dado que lleva al ser a un estado de entrega y contribuye a que su conexión con el interior sea profunda y estable. 

En yoga, una buena relajación ocurre cuando se trabaja, capa por capa, en la liberación y equilibrio de los 5 koshas, para esto es ideal que se liberen las tensiones físicas en Annamaya Kosha, se expanda la energía en Pranamaya Kosha, se aíslen los sentidos en Manomaya Kosha, se libere material del subconsciente en Vijnanamaya Kosha, y se experimente la plenitud en Anandamaya Kosha. En últimas, el estado al que lleva la relajación se logra también través de la meditación, solo que de forma más directa. 

Finalmente, ambas prácticas son parte de la toma de consciencia debido a que ayudan a evitar que el subconsciente actúe de forma automática, develando los patrones inconscientes y poniendo la atención en el presente. Además, contribuyen al empoderamiento del ser frente a su proceso de vida y plenitud.

Sembrado por: Marisol Hernandez (Encuentro del 29 de marzo de 2019)