las enseñanzas de Nisargadatta Maharaj. (parte 2) Reflexiones sobre el hacer.

by - septiembre 16, 2019



Estudiando algunos de los capítulos de las 108 enseñanzas de Nisargadatta:

“El trabajo desinteresado lleva al silencio, porque cuando trabaja sin egoísmo, no necesita pedir ayuda. Al ser indiferente a los resultados uno está dispuesto a trabajar con los medios más inadecuados. No se preocupa de estar preparado o bien equipado. Ni tampoco exige reconocimiento ni ayuda. Simplemente hace lo que se debe hacer, dejando el éxito o el fracaso a lo desconocido.” 

 Si yo estoy con la intención de SERVIR, ya estoy dejando de servir. Para servir debo abandonar la intención. En la actualidad se confunde la expresión Trabajo desinteresado con servicio llegando a convertirse en realidad en una forma de obtener mano de obra barata. El servir va más allá, el servir puede referirse a aspectos tan elementales como un gesto compasivo, bondadoso, pero si ese acto ya lleva una intención de servir, entonces no se ha disuelto el sentido de individualidad. 

El equivalente a este capítulo de Nisargadatta en la enseñanza taoísta se explica con la frase consignada en el célebre texto de Lao Tse: "Hay que SER aquel que sin hacer nada no deja nada sin hacer". 

"Hacer nada" significa: nada forzado, artificial o no natural. Sólo a través de la obediencia espontánea a los impulsos de la esencia natural propia de cada uno y despojarse a sí mismo de doctrinas y conocimientos. 

“La totalidad del universo contribuye a la existencia de incluso la cosa más pequeña; nada podría ser como es, si el universo no fuera como es. El universo no está limitado por su contenido, puesto que sus potencialidades son infinitas; nada puede ocurrir a menos que todo el universo lo haga ocurrir, si la gente lo supiera conseguiría mucho más con mucho menos gasto de energía.” 

Este hacer sin hacer implica despojarse del sentido de uno creerse el protagonista, para sentirse un instrumento o un canal. Es sentir que la VIDA hace a través de uno. Cuando se entiende esto entonces ahí se puede valorar y respetar el rol que la vida te otorgue, se puede ser carnicero, o ebanista, porque es la vida la que actúa a travez de uno. 

Si de dos personas que cultivan la tierra, una de ellas está pensando que la cosecha depende solamente de lo que ella haga o deje de hacer y la otra se ve como alguien que simplemente acompaña el proceso de la misma tierra de dar, sin creerse responsable de si se da o no el resultado, entonces aunque están haciendo lo mismo están desde perspectivas diferentes. 

La pregunta de ¿Quién Soy Yo? también se responde al preguntarse: ¿desde dónde estoy actuando?, ¿desde cuál de mis identificaciones me respondo? y la propuesta del maestro Nisargadatta es aprender a disolver cada uno de esas capas de identificación. 

Usualmente perdemos la perspectiva de todo lo que la vida misma se ha esforzado para que cada uno de nosotros este donde está, desde la explosión de galaxias que produjeron el carbono del cual estamos hechos, pasando por las estrellas y planetas que se han colisionado para que podamos estar en este pedazo de roca, hasta todas las formas de vida que nos han cedido su espacio para que lo ocupemos nosotros hoy en día. Olvidamos todo eso y nos creemos la idea que nosotros somos los protagonistas de la vida. 

Valorar el lugar que ocupamos dentro del universo nos lleva a soltar la idea de que uno es el que hace, o de que las cosas sólo funcionan gracias a la voluntad propia, para alcanzar ese punto en el que uno entiende que solamente es parte del flujo de vida que está mas allá de cada uno nosotros pero que todos somos parte de ella. Cuando uno se conecta desde ahí, y obra desde ahí, sin pensar que YO (x o y) es el que hace esto o aquello, se logra trascender el ¿desde dónde estoy haciendo? que pasa de un sentido de separación a uno de unificación. 

 La tarea es entonces SER NADA PARA SERLO TODO es abandonar todas las identificaciones, desprendernos de todas las experiencias vividas, purificar ese “empaque”, destruir lo construido para regresar a la fuente. Una forma de comenzar a desprendernos de cada uno de nuestros roles es hacernos la pregunta frente a la acción de servir ¿Desde donde estoy sirviendo ó actuando? entonces cuando descubra la respuesta puedo saber si estoy actuando con la finalidad de expresar la conciencia, o actuando con la creencia de ser quien logra algo, desconociendo la sabiduría del Universo.

Sembrado por Marta Mora (encuentro de 2019)

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