EL GATO Y LA MEDITACIÓN

by - septiembre 23, 2022

 



EL GATO Y LA MEDITACIÓN
Cuando, cada tarde, se sentaba el abad a dirigir las prácticas, andaba por allí un gato juguetón en el ashram distrayendo a los practicantes. De manera que ordenó que le
trajeran el gato, entonces mientras todos meditaban, él acariciaba el gato para tranquilizarlo; y así todos lograron meditar sin distraerse.
Mucho después de haber muerto ese abad, aquellos que asumieron el papel de dirigir la práctica seguían acariciando el gato porque era lo que habían visto en su maestro. Y cuando el gato murió llevaron otro gato al ashram para acariciarlo y poder continuar practicando.
Siglos después, los discípulos del gurú escribieron doctos tratados acerca del importante papel que desempeña el gato en la realización de la práctica como es debida.
[cuántas veces no nos quedamos repitiendo lo que hicieron los que nos precedieron, si indagar ni actualizar cada una de las prácticas]





Sembrado por Esteban Augusto (Marzo, 2022)

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