En este capítulo abordamos el tema de las gunas como cualidades de la naturaleza y como actitudes mentales que se expresan en la conducta humana.

Esas cualidades de la naturaleza son:

Sattva: pureza, luz, serenidad, armonía.

Rajas: pasión, acción, energía.

Tamas: ignorancia, oscuridad, inercia, letargo.

Estas gunas son inherentes a prakriti el mundo de la materia y la forma, y cada una confiere una cualidad diferente, son como los diversos colores y tonalidades, cada uno con un tinte distinto en esta experiencia llamada vida y en todos nosotros están presentes las tres gunas en diferente proporción y desde allí se explica porque pensamos, sentimos, hablamos y actuamos de ciertas maneras, viendo las gunas como esos colores y tonalidades que varían en el curso del día y de la vida.

Aquí maneras de saber que guna está predominando; cuando surge sattva, es como si la luz del Ser verdadero resplandeciese en todos tus sentidos, tus acciones y pensamientos son más firmes y precisos. Cuando rajas se predomina la impaciencia, la codicia, la inquietud y el engaño saltan a primer plano. Y tamas sobreviene cuando tu mente siente pereza, desconcierto, apatía. La invitación es a ser conscientes cómo nos movemos a través de estas tres fuerzas, desde ese lugar de OBSERVADOR. En que colores y tonos nos movemos según la situación y el momento del día. Y si nuestra personalidad va más hacia una de las gunas, de manera consciente nos podemos mover en otra dirección.

Ser TESTIGOS de todo este movimiento es la puerta de entrada a trascender las gunas y desde allí des-identificarnos con ellas, sin que el movimiento colorido de ellas nos afecten, recordar que son fuerzas que operan en el cuerpo y la naturaleza, y somas más que ello.

Trascenderlas es transitar el camino de la práctica constante de sentir la Divinidad en TODO, Bhakti yoga, SERVIR a través de nuestros actos Karma yoga, trascender del conocimiento a la sabiduría Jñana yoga. Y desde allí fundirnos en el UNO DIVINO, sabiendo que no somos los hacedores.

Entender que en la naturaleza como en nosotros, estas tres gunas son necesarias en diferentes estadios del día, una flor tiene momentos de quietud, tamásico, cuando es semilla, de movimiento rajásico para crecer y dar flores y una vez aflore será un momento satvico de plenitud y resplandor.

Volverá al momento de morir como flor, de quietud y renovar energía para volver al ciclo. Y ninguno es mejor que el otro, ni malo o bueno, los tres momentos son necesarios y complementarios porque es una expresión en el mundo de la materia. En el mundo espiritual, se trasciende todo esto, no hay dualidad, solo es una expresión de la Divinidad.

Sembrado por Liliana Arenas (Encuentros Junio 2021)

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