La intersección espiritual entre la comunidad cristiana primitiva y la Sangha del yoga: Un diálogo de amor y sabiduría
En este tiempo de preparación para la Semana Santa, momento de introspección y renovación espiritual para muchos alrededor del mundo, nos embarcamos en una reflexión que busca tender puentes entre las ricas tradiciones de la comunidad cristiana primitiva y la Sangha de yoga. Esta época, que invita a la reflexión sobre los sacrificios y enseñanzas Jesús, nos ofrece una oportunidad única para profundizar en nuestro entendimiento espiritual y fortalecer nuestra conexión con lo divino. Al explorar las resonancias y enseñanzas compartidas entre estos dos caminos espirituales, buscamos no solo honrar la profundidad de la Semana Santa, sino también expandir nuestra perspectiva sobre la universalidad de la búsqueda espiritual, el amor incondicional y la entrega a un propósito mayor que nos unifica a todos en este sagrado viaje de la vida.
En los albores de una era marcada por la ascensión de Jesús hacia la inmensidad del Padre Eterno, los apóstoles persistieron en la diseminación de un mensaje que, a pesar de su simplicidad aparente, encerraba la profundidad de lo que Paramahansa Yogananda describiría como “la omnisciente Inteligencia de Dios” o “El hijo unigénito de Dios: la Conciencia Crística”. Esta figura, Jesús de Nazaret, se erigió no solo como un hombre entre hombres, sino como el epítome del servicio incondicional hacia los demás. Fue en este contexto donde los apóstoles, aquellos "enviados", llevaron adelante su misión en pequeñas comunidades, las cuales abarcaban desde judíos hasta gentiles, pasando por viudas y todo aquel que deseara acogerse al nuevo evangelio, viviendo el principio de que “Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.” (Hch 4,32). Este ethos comunitario, profundamente arraigado en el amor y la solidaridad, refleja el concepto de Sangha, una palabra de origen pali o sánscrito que alude a una "asociación", "asamblea" o "comunidad".
La noción de Sangha en el budismo, extendida a un sentido más amplio, evoca una congregación de individuos que, sostenidos mutuamente en sus esfuerzos, conforman una verdadera familia espiritual. De manera similar, la comunidad cristiana primitiva creció y se fortaleció bajo los mismos preceptos de amor y apoyo mutuo. La función de los apóstoles, como aquellos enviados para difundir la palabra de Jesús, guarda paralelismo con la de gurús o chamanes en diversas tradiciones espirituales, quienes proveen guía desde los aspectos más terrenales hasta las inquietudes más elevadas del ser. Jesús, al encomendarles la misión de “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16,15), marcó el inicio de un viaje espiritual que, tras años de aprendizaje y purificación, les permitiría compartir su mensaje y perpetuar su legado.
Dentro del ámbito del yoga, este traspaso de sabiduría es conocido como Parampara, una cadena de transmisión del conocimiento que fluye de maestro a discípulo. Esta tradición asegura no solo la continuidad de la práctica sino también la purificación de la mente mediante técnicas ancestrales comprobadas. De este modo, tanto en el cristianismo como en el yoga, se enfatiza la importancia de recurrir a las fuentes originales de conocimiento y adherirse a un linaje de maestros o apóstoles, como vía hacia el desarrollo espiritual personal y colectivo.
La práctica comunitaria de “Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración” (Hch 2, 42), simboliza más que un rito; constituye un acto sagrado de unidad y solidaridad, reminiscencia del Ágape y la última cena de Jesús con sus discípulos. Este acto, imbuido de profundo significado, se refleja en el concepto de Satsang en la tradición del yoga, que implica la comunión en la verdad y la búsqueda de la sabiduría en compañía de seres iluminados, a través de la escucha, el canto conjunto o la meditación. Esta práctica es, en esencia, un encuentro de almas que trasciende la individualidad, fomentando el reconocimiento mutuo y la búsqueda del bienestar colectivo.
Al contemplar el inicio de todas las cosas, “In principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum et Deus erat Verbum”, (Juan 1. 1-2), nos enfrentamos a la poderosa idea del Logos, la "Palabra" o "Verbo" como principio divino y fundamento de la existencia. Esta noción, que encuentra eco en la filosofía y en la teología de diversas tradiciones, subraya la importancia del diálogo y el pensamiento como expresiones de nuestra esencia más auténtica. Según Yogananda, la “Palabra” representa esa "vibración inteligente"que, en este contexto su manifestación, conforma la totalidad del cosmos, un concepto que resalta la unidad intrínseca de toda creación.
La Biblia nos ofrece una visión poderosa de la unidad en la diversidad a través de las palabras de Pablo a los Corintios: "Pues así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo" (1 Corintios 12:12). Este pasaje ilustra la idea de que, aunque somos individuos con diferentes roles y funciones, todos formamos parte de un todo unificado en Cristo. De manera similar, Yogananda en "La Autobiografía de un Yogui" reflexiona sobre la unidad subyacente de todas las tradiciones espirituales, enfatizando que "La verdadera religión es la vida que llevamos, no el credo que profesamos". Este paralelismo destaca que, más allá de nuestras diferencias aparentes, compartimos una esencia común que nos une en la diversidad, una enseñanza fundamental tanto en la comunidad cristiana como en la Sangha.
El amor es el núcleo de las enseñanzas de Jesús, como se refleja en su mandamiento: "Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros." (Juan 13:34-35). Este llamado al amor incondicional entre los seguidores de Cristo es un eco del principio yóguico de Ahimsa, o no violencia, que abarca un amor profundo y compasivo hacia todos los seres. Yogananda explica que "El amor es la ley eterna. Dios es Amor. Y Él que vive en amor, vive en Dios, y Dios en él". Aquí, tanto en las enseñanzas de Jesús como en las de Yogananda, el amor se presenta como la fuerza más poderosa que existe, capaz de transformar el corazón y el alma, fomentando una verdadera comunidad o Sangha espiritual.
La entrega a la voluntad divina es otro tema común entre la comunidad cristiana primitiva y la Sangha de yoga. Jesús manifestó esta entrega en Getsemaní cuando oró: "Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú." (Mateo 26:39). Esta profunda aceptación de la voluntad de Dios refleja el concepto yóguico de Ishvara Pranidhana, la entrega al divino. Yogananda nos enseña a ver la mano de Dios en todas las circunstancias de la vida, alentándonos a "Buscar a Dios con alegría, en medio de la prueba y el sufrimiento. Considera todas las circunstancias como mensajes divinos". Así, tanto en el cristianismo como en el yoga, la entrega no se ve como una renuncia pasiva, sino como un acto de fe profunda y confianza en que la guía divina nos lleva hacia nuestro bien más alto.
A través de este viaje que entrelaza las enseñanzas de la comunidad cristiana primitiva con las de la Sangha de yoga, hemos descubierto no solo las raíces comunes que alimentan ambos caminos espirituales, sino también la universalidad de su mensaje. La unidad en la diversidad, el amor como fuerza transformadora y la entrega a lo divino se revelan como verdades eternas, fundamentos que sostienen una práctica espiritual profunda y auténtica. Estos principios, reflejados en las palabras de Jesús y en las enseñanzas de Yogananda, nos invitan a mirar más allá de las diferencias superficiales, reconociendo que, en esencia, todos buscamos lo mismo: conexión, comprensión y una paz que trascienda lo efímero de nuestra existencia terrenal.
Así, la reflexión que surge de este diálogo entre la comunidad cristiana primitiva y la Sangha de yoga nos desafía a vivir de acuerdo con estos principios universales, a ser testigos del amor incondicional en cada acción y a encontrar en la entrega una libertad que supera todo entendimiento. En última instancia, este encuentro espiritual nos recuerda que, más allá de las etiquetas y las doctrinas, somos viajeros en una misma senda, buscadores de una luz que ilumine no solo nuestro camino individual, sino también el de aquellos que caminan a nuestro lado. Que esta exploración sirva como un faro, guiándonos hacia una comprensión más profunda de nuestra propia espiritualidad y hacia la construcción de un mundo más compasivo y unido, donde las enseñanzas de amor, unidad y entrega se manifiesten en cada corazón y en cada comunidad, creando así un reflejo terrenal del divino.
Sembrado por Sebastian Gonzales (Marzo 2024)
¿Por qué ayunar?
Cuando suspendemos la ingesta de alimentos, iniciamos en nuestro cuerpo un proceso de depuración y limpieza, además toda la energía que empleamos en digerir la comida podemos direccionarla hacia un propósito espiritual. Es importante entender que ayunar es muy diferente a dejar de comer, ya que el ayuno implica un profundo estado de recogimiento y reconexión interior, y lo que hacemos es que durante unos días cambiamos la fuente de nuestra energía, por ello conservaremos una práctica constante de diferentes artes y terapias meditativas que favorezcan nuestra capacidad de estar presentes en cada instante. Proponemos hacer un ayuno en retiro para desligarnos de nuestras actividades cotidianas, para recargarnos, reconectarnos con nosotros mismos y volver a mundo con una capacidad ampliada de amar y servir.
¿En qué consiste?
Estaremos ocho días de retiro, de los cuales tendremos seis días de ayuno total, y dedicaremos el primer día a la instalación y a una alimentación frugal que facilite la entrada al ayuno, y en el último día contaremos con una retorno gradual a la ingesta de alimentos.
Durante cada día tendremos una Sadhana específica, conjugando diversas técnicas y prácticas alrededor de Yoga y Meditación, que comenzarán antes de la salida del sol y nos acompañarán a lo largo de la jornada. Observaremos estrictos momentos de silencio y también momentos libres de esparcimiento consciente. Durante cada uno de los días contaremos con diálogos y tareas específicas favorecer el proceso de autoconocimiento.
Recomendaciones previas:
- Abstenerse de consumir carne, bebidas alcohólicas, drogas, azúcar en exceso durante la semana previa al ayuno.
- Hablar consigo mismo para prepararse para ese regalo de varios días de reconexión interior a través del ayuno.
Este ayuno es para ti :
- Si buscas conocer más sobre ti mismo.
- Si sientes un llamado a purificarte en los diferentes niveles de la existencia: física, vital, emocional y mental.
- Si quieres profundizar en la práctica de Yoga, la meditación y el silencio.
- Si quieres tejer comunidad con otros practicantes y profesores de estas disciplinas.
- Si sientes que te vendría bien una jornada de autoconocimiento y autotransformación desde un proceso colectivo y una guianza personal.
¿Qué debes llevar?
- Ropa cómoda para la práctica, de baño y de abrigo.
- Elementos de aseo personal.
- Una agenda en blanco.
- Un velón mediano.
- Mat o estera para hacer yoga.
- Cojín para sentarse a meditar.
- Botella para el agua.
- Elementos para el altar
Itinerario
Día 0: Sábado 23 de Marzo: Llegada al municipio de Caracolí, por cuenta de cada uno de los participantes, desde donde nos desplazaremos a las 3pm por la vía ferrea hasta la reserva donde nos compartiremos, y procederemos a las labores de adecuación, práctica de yoga, cena para nuestra última ingesta (6:00pm). Instalación del ayuno.
Día 1-2-3-4-5-6: Domingo, lunes, martes, miércoles, jueves y viernes: Jornadas de ayuno completo acompañadas de secuencias de cultivo de pranayamas, prácticas de depuración (satkarmas), ejercicios de autoconocimiento, clases de yoga, ejercicios de contemplación y meditación, círculo de palabra (satsanga).
Día 7: Sábado 30 de marzo: Práctica matutina y vuelta a la alimentación, labores de adecuación. Salida del lugar hasta las 12:00 m
Detalles logísticos
Para llegar a nuestro punto de encuentro en el municipio de Caracolí, se puede llegar en transporte público, o podemos coordinar entre todos los asistentes compartir algún vehículo particular, se dospondrá de un grupo de Whatsapp para ello.
Guianza a cargo de Esteban Augusto:
Actualmente se dedica a compartir procesos de acompañamiento, formación y enseñanza de Yoga. Ha recorrido diversas escuelas de Yoga, recogiendo de éstas aprendizajes, acreditaciones nacionales y certificaciones internacionales en diferentes métodos y estilos de Yoga (Yoga Integral, Hatha Yoga, Raja Yoga, Kriya Yoga, Kundalini Yoga, Yoga Terapéutico, AcroYoga, Sivananda Yoga), pero su recorrido lo ha llevado a practicar y enseñar otro tipo de artes como el Tai Chi y el Kung Fu. Coordinador de Semillero de Yoga, y creador de la Diplomatura en Yoga que se ofrece actualmente desde la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia y el Parque de la Vida. Se ha dedicado a compartir la práctica durante más de 19 años en la ciudad, y ha coordinado y direccionado retiros de ayuno desde hace más de 15 años.
Nuestro hogar será:
La reserva natural Hacienda San Pedro, ubicado en el magdalena medio antioqueño, en las inmediaciones de los municipios de Caracolí y Maceo, un lugar dedicado a la consevación desde hace varias décadas, y que nos abre sus puertas para este proceso de autoconocimiento y armonización.
Aporte Logístico:
$770.000
Incluye: Estadía, materiales, logística y alimentación del primer y último día.
NO incluye Traslados al lugar del encuentro.
Aporte voluntario:
Este aporte será exclusivamente para la guianza, se hará al final del encuentro.
En caso de dudas o asesorías por favor escribir directamente al 3164963370
Procedimiento para acompañarnos en este retiro:
1º Completar el formulario presente al final del enlace.
2º Cuando te contactemos de acuerdo a los datos que hayas dejado en el formulario, te compartiremos la cuanta para hacer el pago.
3º Enviándonos en comprobante de pago queda asegurado tu cupo para sumarte a esta experiencia.
“El ayuno en su versión terapéutica genera un proceso de limpieza y desintoxicación física y emocional. En su versión espiritual fortalece la voluntad y nos permite proyectarnos claramente en nuestras vidas”
Puedes comenzar tu proceso de inscripción aquí o escribirnos para más información.
Es un texto que disfruté leer por los aprendizajes y reflexiones profundas e interesantes que se fueron generando sobre la práctica espiritual, la vida, la muerte, la meditación, la relación con Brahman -lo supremo-, el discernimiento etc.
A continuación esbozo algunas ideas, con las que resoné.
La analogía del barro y la vasija
El ciclo repetitivo de nacimientos y muertes, llamado Samsara, cesa cuando soltamos las identificaciones, soltamos la imagen de una individualidad independiente.
Sucede que pensamos en una vasija de barro como un objeto diferente e independiente de su componente principal, su origen: el barro.
Cuando nos hacemos conscientes que nuestro origen es lo supremo, la energía sutil, que de allí provenimos y a ella regresamos, entonces podemos empezar el camino a la liberación de ataduras, de sufrimiento y disponernos a fundirnos, en un estado de devoción: conjunción con lo supremo, en conexión con la fuente de vida de donde provenimos.
Hoy es más clara para mí la certeza de que nuestro origen es lo más sutil, no es la materia o el cuerpo, en cambio si el atman, que se asemeja a Brahman. Además que la capa más sutil, ligada a nuestra llegada a este plano es el cuerpo causal, del que se desprenden las demás Koshas o envolturas, llegando hasta la más densa: el cuerpo físico.
Venimos a vivir una experiencia terrenal, que implica una manifestación material, sin embargo podemos elegir recordar siempre nuestra escencia, ese es el faro para hallar claridad, luz hacia la liberación.
Y teniendo esta claridad, bajo esta luz, se hace más facil Indagar a nivel interno: qué tipo de experiencia es la que quiero vivir.
Para esto qué aspectos, situaciones o comportamientos debo soltar.
Sobreesto, una idea compartida por Iván, con la que resoné es: "Practicar la meditación, no se trata de volvernos 'zombies espirituales'".
Se hace entonces necesario estar presentes, conscientes de lo que sucede en cada momento, las acciones, sensaciones, emociones, pensamientos que implican hacer parte de este plano material.
Es importante saber que el camino de la acción es el que nos libera, pero si no se accede al estado de discernimiento, nos quedamos envueltos en la rueda del Samsara, repitiendo patrones cíclicos.
Dos aspectos importantes mencionados a lo largo de la lectura como claves para cultivar el discernimiento son el gurú y el satsang, que posibilitan la indagación constante, además de la escucha activa para hallar claridad.
El cuerpo decrépito
Es un término que se menciona en la lectura y me impactó. Me sentí movida, un poco indignada, así como cuando se menciona con frecuencia el "cuerpo grosero".
"El nacimiento, el desarrollo, la decrepitud y la muerte son las fases por las que atraviesa este cuerpo grosero..."
Sin embargo encontré sabias las palabras de nuestro guía: "hay ciertas palabras que nos 'sacuden' un poco, llegan para generar incomodidad, pero finalmente son solo palabras, lo interesante es observar la reacción: ¿qué se mueve adentro con ellas. ¿cuál es la causa de la incomodidad?
Otra certeza que llega con esta lectura es que podemos encargarnos de cuidar el cuerpo, con la práctica constante de yoga por ejemplo, así como cuidamos la mente o cultivamos el pensamiento.
Sin embargo, al final no somos el cuerpo físico, ni las ideas que vamos tejiendo, ni las emociones o sensaciones, por más que estén en balance.
Finalmente, todo esto está en un cambio constante, hace parte de la impermanencia, solo trasciende un 'testigo silencioso' a lo largo de nuestro paso por la experiencia terrenal: la conciencia. Ella se encarga de ordenar, es algo así como la directora de la orquesta, coordinando la melodía de la vida.
Una conclusión
A partir de lo expuesto, siento la confirmación de un mensaje impartido frecuentemente por nuestro guía en esta experiencia de aprendizaje, Don Esteban Augusto: el discernimiento implica aprender a danzar entre el esfuerzo y el desapego.
Cultivar el esfuerzo por medio de la meditación, la práctica constante que nos lleva a rendirnos ante la consciencia superior, la fuente, lo más sagrado.
Y cultivar además el desapego, sabiendo que aún experimentando esta vida como un camino hacia la iluminación, lleno de aprendizajes, purificación, disciplina, será pasajera.
Llegará el momento en que tendremos que soltar, abandonar este plano terrenal, ojalá luego de cultivar un estado de devoción al conectar con nuestra real naturaleza.
Un estado de satisfacción, ecuanimidad, paz y calma en el alma, evitando remordimientos, temores, sufrimientos que suelen llegar al final con frecuencia.
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Mucha gratitud al profe Esteban por su guía en cada encuentro, por las prácticas que precedían el satsang. Los sentí como 'chispazos' de iluminación, momentos de gran conexión, que lograron integrar e interiorizar cada nuevo aprendizaje.
Además a los compañeros de conversaciones mil gracias, encontré valiosos e iluminadores sus dudas, comentarios, hallazgos y todos sus aportes.
Sembrado por Sandra Velázquez, como momento de síntesis final de nuestro grupo de estudio alrededor del texto de Sankara, el Vivekashudamani o la Joya del discernimiento (Noviembre 2023)
Sembrado por Alejandra Gutiérrez como parte de la síntesis de curso de profundización en pranaymas, la danza entre la energía y la consciencia (Noviembre 2023)