Cuenta la leyenda que cuando dos ermitaños se encuentran, huyen el uno del otro, no sin antes reírse de sí mismos mediante el reflejo en su homólogo.
Att: el cangrejo hermitaño y yo
Sembrado por Esteban Augusto (Noviembre 2020)
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Clausura de nuestro retiro de Yoga en al Pacífico 2020 |
Tal como una semilla contiene dentro de sí una infinidad de flores, en nuestro interior contenemos una infinidad de virtudes, que con el paso del tiempo y dependiendo del cuidado que tengamos sobre ellas, irán expandiéndose hasta materializarse externamente.
Por ello mediante la metáfora de las flores podemos reconocer la manifestación externa de aquello que desde nuestro interior que nos dedicamos a compartir.
Y entre más conscientes seamos de las virtudes que compartimos, daremos flores más bellas, y junto a ellas contribuiremos a polinizar el mundo desde esa semilla de lo infinito que habita en nosotros.
Sembrado por Esteban Augusto (Noviembre 2020)
Sombre tejido del pacífico chochoano, Colombia |
Para reconocer quién es un maestro sensato en medio tanto charlatan, hay que tener presente que a un maestro no se le reconoce por su capacidad de tener seguidores, sino por su habilidad para generar más maestros.
Es fácil de reconocer porque está bien instalado es su propio centro, y dedica cada una de sus acciones a que cada persona logre retornar a su propio centro.
Así que si quieres dedicarte a buscar uno, ten presente que no le encontrarás en una tarima, un trono, o al frente de una organización, porque un maestro no se instala al frente para ser figura de autoridad, sino que se instala en el centro para ser un ejemplo de hermandad.
Sembrado por Esteban Augusto (Noviembre 2020)
Las neuronas, son unas células ahí, un tanto más famosas que las otras, sobre todo porque componen nuestro sistema nervioso, que solemos asociar con nuestro cerebro y con aquello que creemos es lo que nos hace humanos, nuestra facultad de pensar.
Pero no dedicaré las siguientes palabras a ahondar en detalles técnicos de estas células nerviosas, sino que la intención es invitar a una reflexión sobre la asociación de las neuronas con nuestro rol de ser humanos.
El propósito fundamental de las neuronas es simplemente asociarse con sus semejantes para transmitir información (sensitiva y motriz), para que el sistema al que pertenecen pueda mantenerse evolucionando en un estado de homeostasis (balance dinámico). Y propósito del humano es básicamente el mismo, establecer vínculos con sus semejantes para transmitir información (genética y cultural), para que el sistema del cual hace parte pueda seguir desarrollándose.
Esta relación entre nosotros y las neuronas también puede entenderse desde sus patologías. Ya que las neuronas al perder los vínculos con sus semejantes entran en decadencia, porque la información no consigue fluir, lo mismo que sucede con nosotros cuando nos aislamos de nuestros semejantes o cuando cortamos lo lazos con las otras generaciones o con otras formas de vida. De igual manera el envejecer, tanto neuronal como humano, y la decadencia que de ello se desprende, no es más que el fruto de la perdida de la capacidad de seguir aprendiendo, por esto para contrarrestar la decadencia del envejecer resulta fundamental ser capaz de mantenerse dispuesto a aprender y dejar que nueva información pase a través de nosotros.
Otra enfermedad poco estudiada, es aquella fruto del atesoramiento, y en este caso es producto de nuestro estilo de vida humano/civilizado (que tiene de muchas cosas menos de humano) en donde premiamos el individualismo y la importancia personal, y que conduce a que nos aferremos a la información que nos llega, así como cuando nos rehusamos a compartir lo que sabemos o a privatizar el conocimiento. Y es como si una de estas células se creyera más importante que otras, y decidiera atesorar la información que recibe. Imaginate una neurona que deja de enviar información motora, o deja de compartir información sensitiva, su individualismo y su afán de atesorar se traduce en la ruptura de la cadena del compartir, y con ello viene la enfermedad y la decadencia del sistema al cual pertenece, lo mismo que esta sucediendo con nosotros.
Por ello, restablecer nuestro balance como seres humanos comienza por superar esas enfermedades fruto de la desconexión con nuestros semejantes, y recuperar nuestro estado neuroplasticidad y con él la facultad de mantenernos en constante aprendizaje.
Con esta metáfora de los humanos como neuronas, podemos comprender también que el ser humano es sólo una célula de ese gran sistema llamado humanidad, y que la humanidad, a su vez, es sólo una célula más de ese sistema mayor llamado Vida. Y el retornar a ser humanos es recordar que somos una constante sinapsis, una eterna conexión con los otros y con lo otro, y que en la medida que constituyamos vínculos poderosos, tal y como los de nuestras neuronas, la información de la Vida fluirá a través de nosotros conduciéndonos a cumplir nuestro rol como parte de algo más importante y más grande que nuestro sentido de individualidad.
Terco, Nuquí, Chocó, Colombia noviembre 2020 |
Después de un año de incertidumbre y nomadismo me place compartirles que si la vida nos lo permite, estaremos compartiendo las siguientes actividades de corte formativo.
[Presencial] Con la facultad de medicina UdeA y el Parque de la Vida. Fecha de inicio por confirmar. (Para los que quieren explorar y profundizar sobre esta práctica ancestral)
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[Virtual] Con la facultad de medicina UdeA y el Parque de la Vida. Marzo-Julio. (Para los que quieren sumergirse en nuevas formas de relacionarnos con nuestra mente)
[Presencial] con la universidad Eafit. Segundo semestre . (Para los que quieren profundizar sobre las raíces filosóficas y prácticas de yoga)
[Presencial] Marzo-Octubre. (Para los que quieren recorrer una camino como practicantes y profesores de yoga)
[Presencial] Con la universidad Eafit. Primer semestre. (Para los que quieren explorar herramientas prácticas para una vida en armonía)
[Virtual] con la facultad de medicina UdeA y el Parque de la Vida. Marzo. (Para los que quieren sumergirse en nuevas formas explorar los vínculos y las relaciones para el buen vivir)
(Para sostener la comunidad de práctica, estudio y enseñanza de yoga)
Demás actividades que se irán afinando en el paso a paso...
Sembrado por Esteban Augusto (Noviembre 2021)
Una de las historias que me gustaría compartir de estos días de vivir rodando entre las casas de mis amigos, involucra las ideas de doña Dolores, quien tiene una afección en su cerebro que le ha atrofiado muchos procesos de su memoria, a tal punto que en pocos minutos vuelve a hacer las mismas preguntas debido a que olvidó la conversación en la que estaba.
Pero con ella a pesar de sus condiciones, y del no saber ni en que día de la semana estamos, cada vez que se le informa que es martes, ella se toma unos instantes para reflexionar, y dice: “martes, ni te cases ni te embarques”. Dejándonos ver como a pesar de toda la desconexión de su mente, una frase de sabiduría popular como esta, que repitió durante toda su vida como profesora, aún esta instalada en lo profundo de su cerebro, como un comando que permanece oculto y en el que se apoya para hablar y actuar.
Pero además de lo gracioso que pueda parecer esta anécdota, a donde me gustaría que miráramos es a aquellas frases que nos repetimos constantemente, y que con paso del tiempo terminan instaladas en lo profundo de nuestro cerebro, a tal punto que creemos que nosotros mismos somos estas frases. Y también aplica para aquellas frases que les decimos a las demás personas, y que de tanto repetirlas terminan irnteriorizandolas y asumiéndolas como una definición de sí mismos.
Así que esto va todos aquellos: “es que yo soy así”, “eso no es lo mío”, “eres un bueno para nada”, “ya estoy cansándome de vos”, “vos no servís para eso”, y muchas otras frases que terminamos instalando en nosotros y en los otros, sin medir las consecuencias de lo que decimos, porque puede que nuestros hijos, hermanos, amigos, padres e incluso nosotros mismos terminemos como doña Dolores, apropiándonos frases y como estas, y comportándonos de acuerdo a esos comandos instalados inconscientemente en lo profundo de nuestras redes neuronales.
Así que la invitación es a que seamos dulces y edificantes con nuestras palabras, porque nadie sabe que frases serán las que queden instaladas para la posteridad.
(El del video es mi abuelo, que siempre disfruto tomarle el pelo, y me daba pena tomarle una foto a doña Lola).
Sembrado por Esteban Augusto (Noviembre 2020)
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Embalse de Hidroituango, Colombia. Febrero 2020 |
Ofrendar, es la posibilidad que tenemos de sintonizarnos con el ritmo de la tierra, de la vida y del universo, cuya naturaleza siempre es dar, dar para vivir, porque aferrase y atesorar es negar la abundancia de la vida.
Hoy en día nos solemos dedicar a hacer ofrendas, pero con la intención de obtener algo, como si quisiésemos extorsionar a la vida con nuestras dádivas para satisfacer nuestros propios antojos.
Nuestros ancestros han tenido por tradición hacer ofrendas, pagamentos, y otras muestras de ese impulso del dar, las hacían como una forma de reconciliarse con su entorno (social, ambiental, espiritual) por todo lo que de él recibían, retornándole lo mejor de lo que tenían, lo usaban como una posibilidad de desprenderse de lo que consideraban como valioso para evitar sucumbir ante los apegos, y como una excusa para recordar que en el fondo no podemos ser dueños de nada.
Reconciliarnos con el acto de ofrendar es una de las herramientas para dar siempre lo mejor de nosotros, para desprendernos de las expectativas, y para aprender a confiar en esa fuerza de la vida, que es más grande que nosotros, y que siempre nos sostiene. Así que la invitación es a que cada una nuestras respiraciones, cada uno de nuestros latidos, cada una de nuestros pensamientos, cada una de nuestras palabras y cada uno de nuestros actos sean una ofrenda para la vida, y que en el acto de ofrendar podamos donarnos por completo, desprediéndonos de todo lo que creemos que somos, para dejar que sea la vida la que nos llene.
Sembrado por Esteban Augusto (Noviembre 2020)
Aunque podado y arrancado de raíz este tronco nos recuerda el poder de la vida, que encuentra caminos para crecer y florecer nuevamente. Y lo mismo pasa con nosotros, cuando nos sintonizamos con la vida que somos, independientemente de lo mutilados o desenraizados que nos encontremos, nos abrimos camino para renacer y prosperar.
Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de @estebananda.ea)
Buscamos la Unión, por eso pretendemos que nuestras diferencias nos fortalezcan y que también sean motivo de Unión.
Valorar la diferencia implica respetar las otras visiones sobre Yoga, no buscamos imponer nuestras ideas o tendencias, porque ninguna es superior a las otras.
Cuando tratamos de imponernos sobre los demás estamos ejerciendo violencia, por eso buscamos escucharnos y concertar, no convencer ni coaccionar.
Cada punto de vista nos enriquece, desde cada perspectiva se puede aportar para la construcción del proyecto que queremos.
Nos respetamos mutuamente con nuestras ideas y nuestras diferencias.
Buscamos una práctica de Yoga que respete las ideas e identidad de cada persona.
Buscamos que el conocimiento y la práctica sean abiertos, públicos y de fácil acceso, en especial para los que más lo necesiten.
Cada búsqueda y cada verdad es relativa, temporal y subjetiva, por eso queremos construir sinergia entre nuestros proyectos personales para potenciarnos entre todos.
Entendemos por Yoga un sistema de conocimientos y prácticas abiertas y en constante cambio, con el objetivo de buscar la Unión, con equivalentes muy cercanos en muchas tradiciones del globo, no una tradición cerrada ligada a ningún maestro en especial.
A través del conocimiento y la práctica buscamos unirnos con nosotros mismos, con todo lo que somos y lo que nos rodea, más allá de nuestra nuestra propia visión sobre el mundo.
Valoramos la riqueza de todas las técnicas, métodos y estilos que constituyen Yoga y procuramos tomar lo mejor de cada uno conservando una relación de igualdad entre todos ellos, entendiendo que cada uno de estos es un medio, no un fin en sí mismo.
Queremos divulgar, participar, compartir la Unión, sin importar las retribuciones.
Sembrado por Esteban Augusto (2014) Como una invitación a producir sinergías junto con otros profesores e instituciones para liberar el yoga y lograr que sea de todos y para todos.
Conociendo a Aviva. |
Algunas veces nos sentimos como este particular insecto, atorados en posiciones en las que pareciera que no podemos salir de ahí por nosotros mismos.
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Laguna de la Cocha, Nariño-Colombia 2019 |
Aparecen muchos elementos para aprender de este sueño, en este justo momento de la vida, pero sabrán que no soy de eso de “analizar” los sueños y solo resaltaré los dos colores, plateado y rojizo, que son aquellos de los canales laterales, solar (pingala) y lunar (ida) que al ponerse en contacto activan esta maquina humana que nos enseña como funciona la vida, que es amor en sí misma.
Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de @estebananda.ea Octubre 2020)
Nuquí-Chocó 2019 |
Sembrado por Esteban Augusto (Extracto de la tesis de maestría El cultivo del saber (trans)formador de la práctica y la enseñanza de Yoga: La Diplomatura de Yoga en Medellín )
El semillero de yoga es una plataforma de encuentro para compartir, practicar, estudiar y vivir el Yoga en toda su profundidad. Nació como un espacio de preparación para futuros profesores de Yoga, en donde el único prerrequisito era tener instalada una práctica constante, y a lo largo de estos años ha servido como punto de encuentro para vivenciar el Yoga mucho más allá de una clase. Hoy en día conserva su esencia de estimular procesos formativos desde la pedagogía tradicional de Yoga, en donde el compartir, el practicar y el enseñar son los verdaderos maestros, y cumple su función mediante grupos de estudio, Diplomaturas en Yoga, talleres de profundización, retiros de autoconocimiento y actividades de servicio a la comunidad.
Si resuenas con este llamado, puedes completar el siguiente formulario para iniciar el proceso de inscripción. https://docs.google.com/for...