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SEMILLERO DE YOGA

Caminata por la Sierra Nevada y aprendizaje con los Mamos.


Hay momentos en la vida en donde la montaña nos llama a compartirnos su sabiduría, a deleitarnos con su belleza y a recargarnos de su magia, para el 2020 acudiremos a este llamado a reconocer nuestras raíces y reconectarnos con el corazón de nuestros ancestros.

Del 25 al 30 de Enero nos constituiremos como una hermandad para compartir una jornada de caminata por la Sierra Nevada de Santa Marta, y una inmersión en la sabiduría ancestral de sus pobladores.

Esta experiencia incluye:


  • Transfer in desde Valledupar.
  • Transporte 4×4, Mula para equipaje hasta comunidad cogui ida y regreso.
  • Transfer out hacia Valledupar.
  • Desayuno, Almuerzo y Cena.
  • Permiso de ingreso al Parque Nacional Natural Sierra Nevada.
  • Guía Nativo Arawako.
  • Permiso previo Parque Nacional Natural Sierra Nevada.
  • Seguro de asistencia medica.
  • Impuestos.
  • Trabajo individual de los Mamos sobre la parte espiritual de cada uno de los asistentes.

Valor del evento:

1.850.000
Reservas con 1.000.000 hasta el 16 de diciembre

Más información e inscripciones:

3159287620
info@tyquy.com
3164963370
semillerodeyoga@gmail.com



Este evento se hace posible gracias a la sinergía del Semillero de Yoga con Tyquy ecoaventuras (WWW.TYQUY.COM)
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Este 2020 tendremos nuestra VI cohorte de la Diplomatura de Yoga que dictamos con la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, y con el Parque de la Vida.



Este curso es para tí:

*Si sientes que puedes mejorar en tu vida diaria estudiando y practicando a fondo esta disciplina.
*Si eres o has sido practicante de yoga y quieres profundizar en tu vida yóguica. *Si eres profesor de yoga.
*Si te interesaría compartir la práctica del yoga.
*Si sientes que puedes complementar tu quehacer profesional aplicando las técnicas que se ofrecen desde el yoga.

Para mayor información e incripciones puedes consultar aquí.
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"O mediante la completa dedicación a lo supremo" Libro 1: Sutra 23


Iswara pranidhana (Devoción ante lo Supremo):

Patanjali establece que el estado de Yoga puede alcanzarse a través de lo expuesto en los sutras anteriores, es decir mediante el paso del samadhi diferenciado al indiferenciado, o a través Iswara Pranidhana o devoción ante lo Supremo, ante el Señor, Dios.

 Para entender a Dios podemos remitirnos a la etimología de la palabra, la cual proviene del latín Deus, que a su vez está relacionada con la raíz indoeuropea dyeu de donde procede también la palabra día. Entendiendo a Dios como la búsqueda de luz o claridad. Así que si el individuo logra establecer conexión devocional con la conciencia divina, sin importar la forma en que conciba a Dios, sobrepasando la propia individualidad y entendiendo que en todos habita una chispa de divinidad, le es posible alcanzar el estado de Yoga, el samadhi.

Sonido OM-AUM:

 La palabra Iswara, empleada para designar a Dios o el Señor, puede equiparase al mantra OM o pranava. Este mantra se escribe OM y se pronuncia AUM, ya que en sánscrito la unión de las letras A y U se escribe como O. Esta vibración está conformada por tres sonidos distintos:

  • A: Es el único sonido que puede surgir con la boca abierta, está relacionado con el proceso de creación o Brahma y con el estado de vigilia.
  • U: Es el sonido que surge con la boca entrecerrada, está relacionado con el proceso de conservación o Vishnu y el estado de ensoñación.
  • M: Es el sonido que surge con la boca totalmente cerrada, relacionado con el proceso de destrucción y Shiva y el estado de sueño profundo.

 La vibración OM busca conectar todo el proceso entre constante la creación, la preservación y la destrucción, y los tres estados de conciencia: vigilia, ensoñación y sueño profundo para encontrar el estado de turiya o supraconciencia. Simboliza, además, la unión con lo divino y se dice que en su vibración se contiene todo lo que existe.

 Más importante que la vibración del OM como sonido propiamente dicho es la vibración que queda en el silencio luego del sonido, esta vibración se conoce como anahata o sonido no dicho, que es el nombre del chakra asociado al centro del pecho, y se dice que siempre está vibrando dentro de todos y dentro de todo. Cuando el sonido se disuelve en el silencio es posible percibir que todo está sonando, que todo suena igual, que todos somos lo mismo. El hecho de existir implica que hay una única vibración de la que somos parte. Pero esto solo es posible percibirlo cuando estamos tranquilos y en total silencio.

Sintonizarse con el universo:


 Al vibrar el mantra OM lo que estamos haciendo es imitar el sonido de Todo en el Universo, para de forma artificial llevar a nuestra mente a que vibre en la longitud de onda del OM, buscando así entender y experimentar que somos parte de la misma vibración, creando una conexión devocional con eso supremo y sagrado que es el sonido que nos precede y de la cual somos parte, que es entendida como Dios.

 Si bien esta propuesta de Iswari Pranidhana podría entenderse en primera medida como una especie de atajo, para ahorrar el camino de percepción de lo denso a lo sutil, y del samadhi diferenciado al indiferenciado, esta rendición devocional ante algo más grande que sí mismo, es un camino que puede ser incluso más complejo porque nos conduce a quitarle importancia al sentido de Yo, y a nuestra propia intención, entendiendo que no tenemos ni podemos tener el control total sobre nuestra vida, sino que es lo supremo de la vida lo que se expresa a través de nosotros.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros Octubre 2019)
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"Samprajnata samadhi es acompañado por razonamiento, reflexión, regocijo y puro Yo soy" Libro 1: Sutra 17


Tipos de Samadhi:


Estos sutras exponen inicialmente, dos tipos de samadhi:

  •  Samprajnata samadhi (samadhi diferenciado) y 
  •  Asamprajnata samadhi (samadhi no diferenciado). 

Los componentes de Prakriti:

 El samprajnata samadhi funciona desde la intencionalidad, siempre que alguien pueda observar y que el observador se diferencie claramente de lo que observa, el samadhi es diferenciado y se puede subdividir en cuatro formas o estados, que están directamente relacionados con la constitución de Prakriti, que son:

  • Vitarka: Representación del mundo físico, se trabaja a través de la observación de objetos densos. Por ejemplo un paisaje, una vela, la respiración, una imagen, el cuerpo. En esta forma es en la única en la que se tiene un objeto como tal para ser observado. 
  • Vichara: Representación del mundo mental, se observan elementos sutiles como las ideas o los pensamientos, no requiere de un objeto de observación como tal. Por ejemplo valores, la idea de una luz, de un color, percibir los chakras, los vrittis, el silencio entre los vrittis. 
  • Ananda: Regocijo de estar presente. Está más allá de la mente, es centrar la atención y la observación directamente en el proceso de estar. 
  • Asmita: Sentido del yo, se comienza a percibir al que está percibiendo. Encontrar el samadhi desde el aprender a observar al observador.  
La mayoría de las técnicas están enfocadas en Vichara y Vitarka.

 Desde el ciclo de la creación, cuando Prakriti emerge lo primero que se instala es el sentido del yo, luego el regocijo de la observación de sí mismo, luego la capacidad de pensar y por último la materia como tal. La creación se da desde lo más sutil a lo más denso y cuando se intenta entrar, la forma que puede ser más sencilla para hacerlo, es recorriendo el camino de retorno, que es desde lo más denso a lo más sutil.

Samprajnata y Asamprajnata Samadhi: 


Aunque el samprajnata samadhi funciona desde la intencionalidad, esto no quiere decir que el observador lo pueda controlar, el samadhi simplemente emerge, sucede. Lo que hace el observador es practicarlo enfocándose sobre cada uno de los cuatro elementos de prakriti hasta tornarla en una práctica cada vez más sutil.

 En el asamprajnata samadhi o samadhi no diferenciado, todo se disuelve, incluso Purusha, el Ser, y de esta forma el individuo se da cuenta de que no es uno sino que es parte del Todo. 

 La práctica constante de samprajnata samadhi conduce al asamprajnata samadhi. 

 Como lo presenta Patanjali, el samadhi no es un resultado sino una construcción constante, una práctica que implica un sentido de proceso. En la medida que se agudice la capacidad para percibir cosas densas (Vitarka) se puede aprender a observar cosas más sutiles (Vichara), en la medida que se puedan observar cosas cada vez más sutiles se va agudizando la capacidad de estar presente observando (Ananda) y cuando se agudice esta capacidad, se puede observar el acto mismo de estar con quien observa (Asmita) para luego disolverlo todo (Asamprajnata Samadhi). 

El samadhi y los tipos de Yoga: 


Aunque adentrarse en el proceso del samadhi pueda generar mucha inquietud, una de las formas de hacerlo más cercano, es entendiendo cada una de estas modalidades de samadhi en relación con algunos de los tipos Yoga, ya que cada una de las siguientes se enfoca desde diferentes intencionalidades en las modalidades de prakriti 
  • Jnana Yoga: Se remite a la pregunta ¿quién soy?. En su búsqueda por entender el Yo, está relacionado con Asmita. 
  • Bakthi Yoga: Búsqueda del gozo, de la alegría de la dicha, de lo que produce amor, dulzura. Está asociado con Ananda 
  • Raja Yoga: Se centra en el entendimiento de los vrittis, en acortar sus ciclos, en aumentar sus silencios. Por su trabajo de todo el componente mental, está asociado con Vichara. 
  • Karma Yoga: Implica un trabajo sobre lo que se hace, lo que conduce a enfocarse en el mundo físico externo y por ello se relaciona con Vitarka. También puede verse desde el Hatha Yoga por su enfoque el objeto por el excelencia con el se actúa, que es el cuerpo físico. 
 Aunque se dice que idealmente debería hacerse el proceso teniendo en cuenta el camino de retorno que invita a ir desde lo más denso a lo más sutil (contrario al camino de creación) esto no siempre es lo adecuado para todos los practicantes. Cada persona deberá comenzar su propio proceso teniendo en cuenta el lado en el que tiene más fortalezas, por el que sienta que le es más fácil comenzar, ya sea por sus afinidades, su historia, o el momento de la vida en que se encuentra, generando así la menor fricción posible. Llegará además, un punto en el que se dará cuenta que ese no es el único modo posible, y que hay otras formas de hacerlo y estará en capacidad de explorarlas.

Los samskaras y el ciclo de Purificación/Evolución: 


Este tema sobre el samadhi es enlazado con el de de las impresiones mentales, o samskaras, entendiendo que los estados internos, como el samadhi, hacen que estas impresiones o contenidos que están guardados comiencen a salir, así que una primera etapa que debe abordarse es la de purificación de estos samskaras que comienzan a emerger, buscando así la liberación de los patrones mentales que se han generado en el tiempo.

 Los samskaras no son solo la acumulación de vrittis pasados sino también el fundamento de los nuevos vrittis, así que sí la búsqueda tiene que ver con generación de menos vrittis es necesario depurar el depósito de impresiones que se tiene acumulado. Como se dijo, estas impresiones mentales terminan manifestándose a través de los vrittis, y pueden alimentarse a través de la negación o por su continua evocación, y seguirán manifestándose mientras los sigamos alimentando, por lo que el trabajo es purificarlos, retirando esas semillas que los invitan a crecer.

 El paso siguiente a la purificación es la restructuración o evolución, que implica desempoderar el ahamkara (ego o sentido del yo) podando los vrittis para poder conectarnos realmente con budhi. 

Aunque el primer paso sea la purificación, esto no significa que sea un proceso que termina en algún momento. Todo el tiempo, mientras estamos viviendo, estamos creando nuevos samskaras o reactivando los viejos, así que la tarea de purificarnos no tiene un fin en el tiempo y debe realizarse continuamente. El yogui es quien se mantiene en el camino y constantemente se está purificándose y reconectándose, es quien entiende que siempre hay algo que soltar, por esto, mediante el yoga resignificamos cosas, rompemos barreras y sanamos. Este proceso deberá realizarse como lo dice Sri Swami Satchitananda “hasta que se quemen todas las semillas del deseo y se liberen completamente a través de conocerse a sí mismo”.


El tiempo de la práctica:


 En el sutra 22 Patanjali enuncia que el tiempo necesario para tener éxito depende del tipo de práctica y la clasifica en leve, moderada e intensa.

 Una mirada somera de este sutra podría hacernos creer que hay un lugar al que llegar y que hay un tiempo en el que claramente lo vamos a conseguir. Pera la mira sobre el tiempo para Patanjali puede ser ampliada considerando el tiempo como la eternidad, tal y como se explica dentro de la cosmovisión griega, en donde se entendían tres formas del tiempo:

  • Tiempo Cronos: Tiempo medible, tiempo del calendario y el reloj. 
  • Tiempo Kairos: Tiempo propicio u oportuno, tiempo de disfrute. 
  • Tiempo Aión: Tiempo infinito y eterno que siempre es simultáneo. 

Si nos enfocamos en el tiempo Aión, el objetivo es que el tiempo de la práctica sea eterno, que toda nuestra vida esté permeada de la práctica de yoga, que podamos sostenerla siempre, que todo el tiempo estemos tratando de vivir en un estado de conciencia.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros octubre 2019)
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Fuego previo al solsticio de invierno. Bogotá, Colombia 2018

Una de las cosas más geniales del fuego, es que a diferencia de otras cosas en la naturaleza, mientras más se comparte, ni su luz ni si calor se agotan, sino que se multiplican. 

A veces asumir el rol de enseñar implica vivir el proceso de ser como el fuego, que congrega y que nos conecta con todo lo que somos en nuestro interior. Ser como el fuego también es estar dispuesto a compartirse, entiendo que no somos los dueños de la luz, sino únicamente sus custodios. Ser como el fuego no es creer que se tiene el poder de disipar las sombras de los otros, sino que implica dejar que nuestra propia oscuridad arda para alimentar la luz y el calor que nos congregan. Porque ser como el fuego es ser latido, es ser vida, es ser amor, y nada de esto se puede contener ni se puede calcar, porqué el fuego que somos afuera solo es un reflejo del fuego que emana desde nuestro corazón, y que enseñar no es más que permitir que nuestra propia luz emerja para servir de faro a los demás, confiando en que esa luz que compartimos se mantendrá viva y cuando las cosas se tornen más oscuras, esa luz compartida regresará a nosotros para guiarnos de regreso a nuestro interior.

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, Mayo 2019).
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Esta foto es un recuerdo del 2010, fue una época en la que compartimos con un Lama y varios monjes tibetanos, aunque los aprendizajes fueron muchos a su lado, una de las cosas que más me quedan de ese momento se refleja en esta foto.

 Aunque el Lama era una persona muy respetuosa y respetada, a tal punto que no estaba permitido establecer contacto físico con él, y sus comportamientos eran bastante serios, en esta foto hizo algo que sólo logre percibir varios meses después cuando estaba viendo las fotos que habían quedado de los encuentros, y es que él aunque conservaba un rostro inapasible, con su mano detrás de mi cabeza me ponía cuernos. 

 De esta actitud paradójica me queda la reflexión que es fundamental desmontar esa idea en la cual se asimila ser espiritual con ser serio, y lo digo yo que durante muchos años me trague ese cuento y quise ser lo más serio e incluso lo más distante posible para demostrar el camino espiritual que estaba recorriendo, así que hoy digo que la espiritualidad no debe ser tomada demasiado en serio, y no es que no haya que establecer compromisos o asumir actitudes de interiorización, sino porque he entendido que ser espiritual es también estar siempre dispuesto a jugar, bromear, sonreír y hacer reir, porque allí donde hay felicidad los corazones se abren a dar y recibir, y ¿qué puede ser más espiritual que el compartir la alegría que emana desde el corazón?

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, octubre 2019)
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Parque de los nevados, Colombia. 2019


A veces nos quejamos de la soledad, pero no logramos entender que al menos nuestra sombra siempre está con nosotros. 

En ocaciones ella está detrás nuestro, nos inspira temor, y corremos de ella despavoridos por el miedo de asumirla. Otras veces se encuentra a nuestro lado, la asumimos como familiar, pero puede hacernos perder la perspectiva. En otros momentos está justo delante nuestro, y podemos usarla como guía, brújula y consejera. 

Hoy tras un par de meses de estar recorriendo diversas regiones de Colombia, pero sobre todo de estar recorriendo vínculos, encuentros, sueños y recuerdos, puedo decir que he entendido un poco mejor mi propia oscuridad, y me disculpo por lo hiriente, frío y seco que de ella emana, la he asumido como mi eterna compañera y como una invitación a permanecer siempre en busca de claridad. 

(En la foto un caminante aprendió a encontrar apoyo en un bastón, pero que también aprendió a no aferrarse a él, ya que a veces por añorar lo útil que las cosas eran, no nos damos cuenta que se van tornando en cargas innecesarias).

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, febrero 2019).
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Laguna de Otún, Parque de los Nevados-Colombia. 2016. 

¿Y qué es vivir? Sino respirar. 

¿Y qué es la respiración? Sino el llamado a experimentar la eternidad del instante presente. 

¿Y cual es la finalidad del vivir? Sino el aprender a morir. 

¿Y qué es morir? Sino romper las ataduras de la individualidad para disolverse con la totalidad. 

Que cada exhalación sea una preparación para asumir la muerte, y que cada inhalación sea una posibilidad de reconectrase con la vida. Que cada respiración nos permita experimentar cada instante como si fuera el último, y a la vez disfrutarlo como si fuera el primero. Para que el vivir sea la experiencia de estar presente en la totalidad. RESPIRA!!

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, Julio del 2018)
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"Mediante abhyasa y vairagya surge norodah" Libro 1: Sutra 12


Metodología uno: Abhyasa (esfuerzo)  y Vairagya (desapego):


Patanjali nos expone una primera forma de alcanzar el nirodah (la no identificación con las fluctuaciones mentales) la cual es a través de la combinación de dos elementos:

  1.  Abhyasa (esfuerzo) 
  2.  Vairagya (desapego). 

Abhyasa puede entenderse como la práctica constante de recordar quien soy en realidad y Vairagya como el desapegarse de todo lo que no soy.

 Con esta primera definición de metodología de yoga propuesta con estos dos componentes, Patanjali pretende combinar dos tradiciones que le antecedieron, por un lado la de los Tapasuinis, que se dedicaban mediante su esfuerzo personal a alcanzar estados trascendentales, y por el otro lado la de los samnyasins o renunciantes, que mediante el desprendimiento de todo, incluso de sus propias aspiraciones, se acercaban a la gracia de lo supremo. Con esta conjunción se da claridad en el hecho de que obrar sólo desde el desapego conduce a la inmovilidad, y obrar sólo desde el esfuerzo conduce a la fatiga, pero la combinación de ambas permite sintonizarse con el dinamismo de la vida.

 El yoga de hoy en día suele estar fundamentado en el primero de estos componentes, la práctica dirigida desde el esfuerzo, mantener la firme convicción y constancia sobre el practicar es un elemento muy importante, pero resulta fundamental entender que el esfuerzo por sí solo genera agotamiento, y por ello debe combinarse con el desapego, sobretodo con el desapego de los resultados del esfuerzo.

 El trabajo con vairagya tiene mucho que ver con soltar los anhelos de las cosas, y no tanto con soltar las cosas, como se suele proponer hoy en día. Para soltarlos se puede comenzar teniendo deseos cada vez más sutiles y para esto pueden tenerse en cuenta las gunas, si soy muy tamásico buscar deseos cada vez más rajásicos, si ya estoy muy rajásico desear cada vez más sátvico y finalmente trascender también lo sátvico. Otro forma de trabajar vairagya es dedicando nuestros deseos, deseando por otros, por el bien de esos otros, darle una dirección a nuestros deseos, dejando de alimentar lo que creo que soy y entendiendo que sólo podemos ser en la medida que estamos interrelacionados.

 No podemos olvidar que el deseo es inherente a la humanidad, lo más importante es estar siempre atento para identificar al servicio de quién se encuentra mi deseo: del pequeño yo egoísta, o del gran YO en conexión con el universo.


El proceso de yoga es constante y continuo:


 La práctica de abhyasa y vairagya se vive en el presente, porque si a cada instante doy lo mejor de mi en lo que estoy haciendo, pero me desprendo de los posibles resultados, estoy viviendo desde la espontaneidad, que es fundamental para que emerja la cesación. Esto puede verse en los procesos creativos, en los que de tanto esfuerzo la misma creatividad se satura, pero con un poco de dispersión y de desprendimiento de los resultados los procesos de creación simplemente suceden. 

 Esta práctica entonces debe ser renovada cada día, en cada respiración, es como si en cada inhalación recordara dar lo mejor de mi, y en cada exhalación me desprendiera de toda expectativa y de todo aquello que no soy. El trabajo diario desmitifica la idea de llegar a un lugar fijo e invita a que el proceso de Yoga sea sólo por este instante, que es eterno. 

 El movimiento entre abhyasa y vairagya permite mantenerse en el constante fluir, aceptar el dinamismo de la vida, ir adentro para volver afuera, y recordarnos que lo importante no es la meta, sino mantenerse caminando, mantenerse respirando.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros septiembre 2019)
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" Pramana sucede por percepción directa, deducción, o por un testimonio" Libro 1: Sutra 7

Los vrittis y su tipologías:


Si se serenan los vrittis se logra conectar con el Ser verdadero, logrando así expresar la propia naturaleza, de lo contrario el observador asume las formas de las modificaciones mentales, se identifica con ellas.

 Se busca la desidentificación de los vrittis, es decir comprender que no somos el material de nuestra mente, para poder observar la verdadera naturaleza del Ser, que puede ser percibida en la medida que el ruido de la mente cese.

 Los vrittis son agrupados en cinco categorías y son generados por cualquier exposición tanto interna como externa a la que se someta el individuo. Los cinco tipos de vrittis son:

  1.  Pramana: “Conocimiento correcto”, se refiere a las cosas que pueden ser percibidas directamente.
  2.  Viparyaya: “Concepto erróneo”, no está basado en la forma verdadera, tiene que ver con la especulación, con los juicios y etiquetas que se emiten a lo que se percibe directamente.
  3. Vikalpah: “La imaginación”, son vrittis que no están asidos a ningún objeto, son una proyección o mera ilusión del lenguaje.
  4. Nidra: “Sueño profundo”, sin proyección onírica. Implica el pensamiento de que no hay pensamientos. La actividad mental se encuentra en su mínima expresión.
  5. Smrtih: “Memoria”, es el banco de vrittis donde reposan todas las experiencias vividas.

 Sobre esta fluctuación asociada a la memoria, es importante entender que entre más carga emotiva tenga un suceso es más fácil lograr acceder a éste mediante la memoria. Estos recuerdos pueden ser símplemente revividos haciendo que el surco o samskara se haga cada vez más grande o pueden usarse con el objetivo de resignificarlos y lograr así purificar el recuerdo. Las propias raíces y memorias pueden usarse de forma consciente para apoyarnos y crecer.

 Con esta categorización la pregunta que queda es ¿qué no es un vritti? porque siempre estamos percibiendo, juzgando, recordando, imaginando o incluso pensado que no estamos pensando, y entonces el trabajo con los vrittis como se ha propuesto es aprender a serenarlos, pero el primer paso es entender que estos siempre están sucediendo, porque esta es su naturaleza, y pretender silenciarlos a la fuerza es simplemente entrar en conflicto con lo que somos.

 De estos cinco tipos de vrittis, pramana está centrado en las sensaciones, y es el único que está anclado al momento presente. Así que el trabajo comienza en lograr tener más vrittis del tipo de pramana y menos de los otros tipos, para así entrenar las facultades mentales a estar más en el presente que es siempre espontáneo, y aprender a salirse de los patrones automáticos regidos por la memoria, los juicios y la imaginación, para finalmente lograr cesar también a pramana y en este silencio percibir el Ser. 

 Aparte de esta clasificación, también se propone que pueden agruparse en vrittis que generan dolor y vrittis que no lo generan, o en vrittis egoístas y vrittis no egoístas, y lo que quiere decir esto es que ningún vritti por sí mismo es negativo, sino que cada uno cumple una utilidad, pero dependiendo del uso y de la carga que se le de puede generar o no aflicción, por eso es muy importante comprender y afinar nuestra mente y la forma como se manifiesta, que es mediante los vrittis, para darles utilidad a cada uno de ellos cuando sea momento de emplearlos y evitar convertirnos en esclavos de ellos y de sus patrones automáticos.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros septiembre 2019)
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Cascada el fin del Mundo, Putumayo-Colombia. 2018.

Alguien me pregunto hace poco sobre cómo podría definir mi espiritualidad después de todo lo que había recorrido en mi vida. Lo único que se me ocurrió decirle era que mi definición de espiritualidad implicaba un proceso de síntesis que permeaba la vida diaria. Pero ahora pudiendo extenderme en mi respuesta diré que aunque durante muchos años me acerqué a Swamis, Chamanes, Sacerdotes, Monjes, Lamas, Jaibanas, Obispos, y demás líderes de diferentes tradiciones espirituales, nunca he puesto a ninguno de ellos por encima de otros, ni he aceptado de ninguno de ellos ningún tipo de iniciación para mí camino espiritual, y aunque podría pensarse que era pura prepotencia de aceptar autoridades, es porque por más tradiciones espirituales que haya recorrido, lo que más me ha hecho activar mi sentido de devoción son las sonrisas y los paisajes, y no tanto los rituales ni las ceremonias, porque he comprendido la magestuosidad de la vida mediante montañas, tormentas, lagos, cascadas, manos tendidas, diálogos y abrazos. También es porque por más que valoro la vida humana, no creo en caminos únicos ni universales, sino en senderos espirituales hechos a la talla de cada uno, y que en esencia no conducen a ningún otro lado que no sea el reencuentro con lo sagrado que está en la vida misma. Además porque siento que he recibido las más grandes iniciaciones de mi vida perdiéndome en el camino de una montaña con unos amigos, contemplando y conectándome con el palpitante calor de las brazas de una fogata en extinción, despidiéndome de un ser amado, que aunque es consciente de su final es capaz de sonreír. Enfrentando mis miedos en una noche de tormenta y soledad en la cima de una montaña. Por todo ello es que me declaro un fiel devoto de cada instante, de cada presencia y de cada compañía, y me dedico a reactivar lo sagrado, que es lo espiritual, de la vida diaria, y mis votos con la vida los renuevo a cada respiración. Y aunque esté lejos de la perfección y me cueste entablar conexiones humanas he decidido mantenerme en este camino porque el fuego que emana de mi corazón siempre me recuerda que el propósito es irradiar, iluminar, compartir y cultivar.

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, Enero 2019).
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"Yoga sucede cuando cesan la identificación con los vrittis que emergen en chitta" Libro1: Sutra 2

Sobre el samadhi:

Alrededor de la palabra samadhi se han construido muchas acepciones, siendo la más usual la de iluminación, y eso ha llevado a que se le entienda como un fin al que hay que llegar, y que de hecho se plantea bastante distante, y para el cual hay que trabajar mucho en alcanzarlo. Según la propia proposición de Patanjali el samadhi es una técnica, que implica un proceso de absorción supraconsciente, y que debe practicarse constantemente ya que no es un fin en sí mismo como en muchas ocasiones se interpreta.

 Por otro lado este proceso de iluminación o de liberación suele entenderse como una huida o una separación del mundo, lo cual ha llevado a que los yoguis sean vistos como personas que se aíslan e incluso que rehuyen del mundo cotidiano, pero para entenderlo mejor podría cambiarse la palabra iluminación por claridad, y de esta manera ya el samadhi no es un estado inamovible en el que se alcanza toda la luz, sino que es más bien un proceso en el que se va cultivando cada vez más claridad para ir ampliando el rango de visión.

Yoga es en el ahora:

 Este primer verso suele ser traducido como: “Ahora comienza el Yoga” y es una forma muy tradicional de iniciar los textos en la india, comenzando por decir de qué se va a tratar el contenido que se expondrá en los siguientes versos. Pero una forma muy sensata de entender este primer sutra es “Yoga es en el ahora” lo cual nos marca una pauta sobre lo que yoga es, porque implica que el estado de yoga sólo puede experimentarse a través del momento presente.


Definición de Yoga: Yogas citta vritti nirodhah:


 Patanjali presenta a Citta como el conjunto del material mental, el océano de la conciencia donde están los pensamientos, el sentido de la individualidad y la facultad de discernimiento.

 Vritti por su parte es fluctuación, es todo lo que sucede dentro del océano de citta. El propósito de Yoga implica entonces no sucumbir ante las fluctuaciones de la mente que con el tiempo comienzan a comportarse bajos patrones muy automatizados, para cultivar en cambio la espontaneidad.

 Una forma de entender este sutra en su conjunto es como “Yoga es cesar la identificación con las fluctuaciones mentales”. Esta cesación no puede controlarse, simplemente sucede o emerge, y es importante comprender que siempre que hay intención de controlar, hay división, y lo que busca Yoga es lograr retornar a la unidad serenando los chitta vritis, es decir todas las fluctuaciones que suceden dentro de la mente. 

 Teniendo claro que el estado de cesación propuesto por Yoga, es un estado que no se puede controlar, se hace fundamental entender que lo que sí se puede hacer es cultivar la concentración, que implica la facultad de direccionamiento de todo el material mental, y esta concentración es la que permite afinar el instrumento de la mente y a la vez crear las condiciones propicias para que surja el samadhi, que sólo sucede cuando esta misma concentración es abandonada permitiendo que la desidentificación suceda. 

 Es nuestra tarea entonces como yoguis entender que somos más que el pensamiento, e incluso que somos más que lo creemos que somos, trascendiendo de esta forma la imagen que hemos creado de nosotros mismos.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (Encuentros Septiembre 2019)
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Sutra es un palabra en sánscrito que puede traducirse como aforismo o hilo, esta segunda definición está muy ligada a la forma en que están presentados los sutras, formando un tejido en el que cada frase se une con las demás para darle sentido al texto.

 Los yoga sutras fueron compilados por Patanjali, de cuyo nombre no se tiene certeza si corresponde a uno o varios compiladores, y en ellos se resume la sabiduría del yoga. Se considera que el ser humano tiene un sentido de trascendencia y de ahí nace el yoga.

 Antes de Patanjali, el concepto de yoga tuvo distintas interpretaciones, en un período fue entendido como ecuanimidad y subyugación de los sentidos, en otro momento fue concebido como el desarrollo del conocimiento del individuo dirigiendo los sentidos hacia el Ser. Patanjali se nutrió de estos y otros conceptos y le dio un carácter psicológico al yoga, concibiendo los sentidos como una herramienta de la mente con poder para ir tanto adentro como afuera.

 Como dice Sri Swami Satchidananda acerca del libro de los yoga sutras «Es un manual práctico. Cada vez que lo lees puedes absorber más para tu crecimiento. Trata de entender más y, lo poco que entiendas, trata de ponerlo en práctica. La práctica es el factor más importante del yoga» 

 Esta compilación se encuentra dividida en cuatro partes: 

  • Samadhi Pada: en la se expone el yoga como una tecnología que conduce al samadhi, se explica qué es el samadhi, los tipos y los obstáculos para alcanzarlo. 
  • Sadhana Pada: Se presenta la metodología para llegar al estado de yoga. 
  • Vibhuti Pada: la palabra vibuthi puede traducirse como ceniza, el fruto del fuego. En este apartado se explican los logros adicionales o resultados inesperados que puede arrojar la práctica. 
  • Kaivalya Pada: se aborda el gran logro, la extinción. Se cree que este capítulo es muy posterior al resto de la estructura. 

 La forma tradicional de estudiar el texto implica que cada vez que se lea se comience desde el principio, para así ir tejiendo hilo a hilo, dejando que los hilos vistos previamente se asienten y se reafirmen para entrelazarse más sólidamente con los nuevos, por eso la propuesta de esta compilación no está tanto en develar asuntos lingüísticos ni de traducción, sino en aprender a hilar cada una de las frases propuestas de los sutras en una forma de llevar a la vida diaria todo este conocimiento tradicional de Yoga.

Sembrado por Elisa Ochoa y Esteban Augusto (encuentros de Agosto 2019)
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Hace varios años decidí abrir mano de una de las cosas que me daban más seguridad, y opté por dejar de compartir clases de yoga, ello implicó renunciar a trabajar con estudios de yoga, empresas, familias, soltar las clases personalizadas que tenía, y dejar de dar talleres de profundización, abandonando así muchos grupos que había acompañado durante un buen tiempo.

Soltar el rol que había desempeñado durante varios años fue complejo, pero lo hice con la seguridad que ya habían muy buenos profes que pudieran asumir todas esas clases y llenar todos esos espacios, y yo decidí dedicarme a otros horizontes.

Hoy en día gracias a haber abierto la mano para soltar, puede utilizar esa mano para crear, y así es como ahora me llaman para compartir mi experiencia en estas prácticas de meditación para acompañar procesos de capacitación con profesionales de la salud (médicos, enfermeros, nutricionistas), personal del sector educativo (profesores, rectores), población de las cárceles (personas privadas de la libertad, educadores), profesionales de atención psicolosocial (terapeutas, psicólogos, trabajadores sociales), y otros tipos de públicos, compartiendo con ellos herramientas para desarrollar presencia en la vida diaria, permitiendo que todo este tipo de conocimientos y de prácticas puedan estar en manos de las personas que más lo necesiten y de aquellos que tienen más capacidad que replicarlos con quienes les rodean, invitándoles para crear una sociedad en la que nuestro modo de vivir esté basado en la presencia. 

(Se gesta una revolución silenciosa en donde transformándonos a nosotros mismos consolidamos un mundo más consicente, y el primer paso es abrir nuestras manos para desarmarnos de nuestras certezas para dejar que sea la vida la que se exprese a través de nosotros).

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, Octubre 2019)
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El buscar lo trascendente, el impulso de amar y ser amado, el encontrarle en disfrute a cada momento son procesos constantes de los seres humanos que se refleja en la voluntad de unirse con el Todo.

 Desde diferentes tradiciones espirituales se puede observar como caemos en ciertos extremos, algunos se debaten entre satanizar o sacralizar el cuerpo. Para otros la sexualidad es considerada como obstáculo, ya que el placer genera apego, y el apego aumenta el ego, mientras que desde otro ángulo la sexualidad es la única forma de alcanzar la liberación porque en la facultad de crear y de dar vida está la posibilidad de dar lo mejor de nosotros mismos. Estudiando algunos de los fundamentos del tantra nos proponemos recorrer miradas más allá de estos extremos.

 El tantra es una tradición espiritual que cuenta con una estructura de práctica y de pensamiento que tiene origen en la india antigua y propone reencontrarnos con eso trascendente, pero partiendo de aceptar el cuerpo y la vida como aspectos de lo supremo, para ello no hay que salirse del mundo ni negar el cuerpo, sino experimentar la vida misma porque en ella está el germen de la liberación, en este sentido en el vivir y en el cuerpo humano está el mapa para la Iluminación.

 Las prácticas del tantra buscan que cada quien pueda expandirse más allá de su propia individualidad, para reconocer lo sagrado que habita en sí mismo, y que se expresa en toda la creación, y para ello se enfoca en un trabajo con la energía que es uno de los elementos comunes en el universo, y a los cuales el ser humano puede acceder voluntariamente para cultivarlo y direccionarlo y luego disolver su individualidad y retornar a ser parte del Todo que también es energía en constante cambio y movimiento.

 Debido al consumismo y simplificación de occidente, creemos que el tantra está ligado sólo a la sexualidad, lo cual tiene algo de sensato, y es que es mediante el proceso sexual se refina la energía, porque cada ser da lo mejor de sí mismo para replicarse, pero quedarse sólo en la sexualidad nos lleva a desconocer que el cultivo de lo energético también está en lo sensible, en lo devocional, en lo contemplativo y en muchas otras dimensiones.

 Mediante prácticas devocionales los sacerdotes tántricos viven el disfrute de cada instante y el placer de la presencia a través de las sensaciones del cuerpo mientras ejecutan un ritual. Prácticas del denominado tantra blanco, utilizan la conexión con el otro a través de vehículos como la vibración, la mirada, la respiración para alcanzar la sincronía y potenciar el magnetismo, el fluir de la energía sin que medie el contacto sexual.

 Desde el llamado tantra rojo se explora la sexualidad y se busca alcanzar a través de ella las alturas del espíritu. La sexualidad consciente puede convertirse en un vehículo de autoconocimiento que puede catapultar el desarrollo espiritual, siempre y cuando parta de una profunda honestidad y transparencia consigo mismo y con el otro. Puede llegar a ser un estado de paz interior y plenitud que trasciende lo físico y continúa aún después del acto sexual.

 Algunas tradiciones se han quedado en ver la sexualidad como el único camino para la liberación, y lo que han originado es crear más ego espiritual, más identificaciones, quedándose en los extremos, bien sea el de atesorar la energía para sí mismos o en el de liberarla por completo mediante el dejarse llevar desenfrenadamente por los impulsos internos.

 Vivir la sexualidad con ese fin de buscar la autorealización sería algo ideal, y una manera de cultivar esa gran fuente de combustible espiritual, pero resulta importante entender que estas prácticas nos abren la puerta a nuestra propia luz pero también a nuestra propia oscuridad, lo que a veces es difícil de procesar, ya que hay muchos elementos que, si no están claros o heridas que no se han sanado antes de entregarse a esa vivencia, terminan alimentando nuestros propios conflictos internos.



 Ahora bien, ese proceso de refinar la energía, también se puede hacer cultivando el magnetismo en nosotros mismos, ya que manejamos en nuestros cuerpos la misma polaridad, y acá es donde entra la labor del bramacharya como una fase de preparación, que es una invitación a replegarse en sí mismo, refinarse energéticamente para tener el imán lo suficientemente cargado, lo que permita encontrar a alguien que resuene en la misma frecuencia que nosotros mismos, dejándonos entender que parte del trabajo es refinar lo que uno tiene para poder compartirlo. y con ello comprender que uno no es lo único ni lo más importante en el mundo.

 Entender esta senda energética que se propone desde el tantra, implica recorrer el mapa que está en nuestro propio cuerpo, y que guarda los detalles para retornar a la fuente dejando que la energía complete su ciclo de expansión. Para esto resulta fundamental entender que el gran soporte de nuestra existencia está en el primer chacra, que tiene que ver con la supervivencia y con la capacidad de establecer raíces en el mundo. Si no se tienen las raíces firmes y se quiere trabajar desde el disfrute de lo sensorial que es el segundo chacra, no se está haciendo el proceso de forma eficiente, porque las fugas en el primero llevarán a que la energía consciente no fluya hasta el segundo. Por esto deberíamos empezar por resolver nuestros asuntos de supervivencia: ¿Cómo estamos en el mundo? ¿Cómo aceptamos la vida que tenemos? ¿Entendemos el linaje, el legado del que hacemos parte, el de nuestros ancestros?

 Trabajar en afinar el primer chacra, es un paso previo antes de iniciar este tipo de prácticas sexuales, porque mientras más raíces desarrollemos, más podemos crecer, y cada paso nos enseña lo necesario para las etapas siguientes. En este sentido sanar las heridas en nuestras raíces, implica sanar la relación con la abundancia, la supervivencia, la aceptación de la vida, y la purificación de la relación con nuestros ancestros.

 Cultivar la energía creativa a través de prácticas tántricas sexuales o no sexuales, implica someterse a altas frecuencias, pero que implican siempre un trabajo previo, porque a veces cuando el instrumento no está lo suficientemente afinado, ni el propósito está lo suficientemente definido, someterse a ciertas frecuencias produce más destrucción, como una antorcha en la mano de una bebé.

 Con todo esto, podemos terminar recordando que el tantra parte de proponer compensar el verticalismo de la espiritualidad, pero puede terminar cayendo en el mismo ciclo de extremos de exigencia y radicalidad, al no tener en cuenta quien es el que usa la energía ni para qué desea cultivarla, conduciendo a caer en el juego de la economía de la energía, del cultivo del ego espiritual por el control o el derroche de ella. 

 El tantra es quizás el estado de consciencia del disfrute de la vida, la devoción por la vida misma. Lo practicamos cuando disfrutamos lo que hacemos y esa fuerza es la esencia que produce vida y el poder ilimitado de SER, en armonía con nosotros y ese diverso y abundante universo. 

 Sembrado por Claudia López y Esteban Augusto. (Encuentros de septiembre de 2019)
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Durante los últimos años uno de los verbos con los que más me he identificado es "jardinear" y creo que ya muchos saben que mi forma de ver los procesos educativos implica tener la actitud del jardinero, que simplemente cuida lo que cada semilla es, y la acompaña para despliegue toda su potencialidad. Considerando que la actitud del jardinero, es diferente de la del agricultor, porque implica desprenderse de la expectativa, ya que su fin no es la cosecha sino el disfrute. 

Hoy después de ya bastanticos años de dedicarme a jardinear los procesos de muchas personas en su camino de experimentar la práctica de yoga, recibí un lindo detalle de alguien a quien he tenido el placer de acompañar a lo largo de este año, ese regalo pintado a mano lo quisiera considerar como un homenaje a la actitud de siembra recordando a todos aquellos que sembraron en mi inspiración para hacer lo que hago, pero sobre todo quiero verlo como un recordotario a mantener firmes mis votos de jardinear desde el lugar que la vida me lo permita.

Sembrado por Esteban Augusto (Tomado de las redes sociales, Septiembre 2019)
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Sierra Nevada de Güican. Foto: Paola Verano

Es tradicionalmente extendido el equiparar el sentido de la espiritualidad con un camino, lo que ha llevado crear la ilusión de que hay algún lugar ideal de llegada al que todos debemos aspirar. Algunos dicen que la meta del camino espiritual es el autoconocimiento, otros dicen que es un estado de entrega y servicio para con los demás seres, muchos entienden este estado de espiritualidad como un estado al que se accede tras morir, y otros enuncian que es algo para desarrollar durante este nacimiento. De esto resulta importante entender que la espiritualidad implica tanto una integración entre un nacer y un morir, y entre un adentro y un afuera.

 Con todo esto me gusta preguntarme ¿habrá algo que no sea espiritual? y lo pregunto porque nos hemos sabido comprar la idea que lo espiritual es algo lejano y distante, por lo que hay trabajar mucho para llegar a ese más allá, creando así otra ilusión, que es la de considerar que la espiritualidad está distanciada de la vida. Mientras que una de las formas como me gusta entender la espiritualidad es equiparándola a la vida misma, porque la espiritualidad como la vida, no es algo que se obtiene en algún futuro, sino que es algo que siempre está sucediendo en el presente, es algo que se ES, y lo lindo es que la facultad de SER, que implica el vivir y el ser espiritual, está siempre en el presente, que es infinito y eterno como la vida y el espíritu.

 También en este llamado “camino espiritual” se hacen usuales las aplicaciones de mapas y fórmulas que dejan aquellos que se supone ya han recorrido el camino y llegado a la meta, pero sobre estos mapas también se ha creado otra ilusión, que es la de asegurar que hay ciertos recorridos que son más seguros, o mas directos, o mas cortos, y cada quién es feliz diciendo que su camino es el mejor, y tratando de imponer su recorrido sobre los demás. Las diversas instituciones que se creen guardianas de los asuntos espirituales se han encargado de promover estandarizaciones sobre los recorridos y sobre las metas de este camino, incluso estas organizaciones se han convertido como en agencias de viajes que te ofrecen una suerte de paquetes turísticos a las dimensiones del espíritu, prometiendo resultados garantizados, siempre y cuando puedas costearlos.

 Además se ha propuesto que este camino es una senda tan estrecha en donde la única forma de transitarla es en solitario, y aunque siento que es importante entender que el recorrido es absolutamente particular y debe ser adaptado a las necesidades de cada uno para no caer en las trampas de la homogeneización, una de las características del camino es que siempre te permite encontrarte con los otros, para vencer la ilusión de la individualidad. 

Sierra Nevada de Güican. Foto: Paola Verano

 En mi entender, a la hora de considerar la espiritualidad, me gusta tener presente una frase que dice: “la respiración nos recuerda el camino”, y con eso quiero decir que tal y como la respiración el camino tiene dos fases: una de ir hacia el adentro, para conectarse con todo lo que uno es; y la otra para retornar hacia el afuera y entenderse como parte de algo más grande que uno mismo. Y ambas fases, tanto en el camino como en la respiración, se suceden continuamente, ya que la vida misma, que es pura espiritualidad, es justo lo que sucede mientras respiramos. 

 Así que trascendiendo las ilusiones de un ideal fijo a ser alcanzado, o de recorrer el camino ideal siguiendo los pasos de otros, el camino espiritual implica un proceso absolutamente personal, pero que siempre implica un encontrase con los demás, para conducirnos a una profunda conexión con la vida que somos y que se expresa a través de nosotros, entendiendo que el camino espiritual no es un viaje amargo de unos cuantos que deciden mortificarse, ni el recorrido de unos pocos elegidos, sino que el camino espiritual sucede en cada una de nuestras respiraciones recordando nuestra conexión con el adentro y el afuera y a la vez sintonizándonos con lo eterno que se manifiesta en el instante presente. 

 Sembrado por Esteban Augusto (Encuentros Octubre 2019)
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El término Tantra se traduce como tejido, telar, entramado, continuidad, o expansión. Por lo tanto, tantra puede entenderse como una red constituida por la continuidad entre el cuerpo y la mente, entre la realidad externa y la interna, entre el hombre y el cosmos, y nos recuerda la interdependencia entre todo lo que somos, y todo lo que es. 

Al igual que otras prácticas y filosofías, busca que cada quien recuerde su unión con la consciencia primordial, para alcanzar un estado de paz, y felicidad completa. Para ello, reconoce el cuerpo material y las experiencias sensoriales como un medio para lograrlo y no como una prisión para el alma. Contempla la posibilidad de lograr la iluminación o liberación mientras habitamos este estado físico, ya que la existencia física es inherente a la realidad espiritual y es la cotidianidad o vida diaria el medio que tenemos para experimentar dichos estados. 

 Esta filosofía surge como un punto de vista diferente a las escuelas ortodoxas como el Vedanta, en las que se busca ese estado de unión a través de abstraer o retirar los sentidos y/o el placer del exterior, para que la mente no se distraiga con los objetos externos y se facilite su búsqueda interna. Se introduce por lo tanto una perspectiva positiva sobre el cuerpo y su energía sutil, otorgándole un carácter sagrado, y recordando la importancia de mantenerlo en excelente estado que permita el despertar de la energía conscientemente.

 Sus prácticas implican la conjunción entre varias modalidades de Yoga: Hatha Yoga (para el desarrollo de la fortaleza corporal), Kundalini Yoga (para el cultivo de la energía) y el Laya Yoga (para el desarrollo de la disolución de la estructura mental). Todo con el fin de sintonizar mediante en canal central (Sushumna) las energías masculina de la consciencia (Shiva) y femenina de la creación (Shakti), presentes en toda la creación, y por tanto también presentes en el ser humano.

Sembrado por Juliana Valencia y Esteban Augusto (Encuentros Septiembre de 2019)
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Estudiando algunos de los capítulos de las 108 enseñanzas de Nisargadatta:

“El trabajo desinteresado lleva al silencio, porque cuando trabaja sin egoísmo, no necesita pedir ayuda. Al ser indiferente a los resultados uno está dispuesto a trabajar con los medios más inadecuados. No se preocupa de estar preparado o bien equipado. Ni tampoco exige reconocimiento ni ayuda. Simplemente hace lo que se debe hacer, dejando el éxito o el fracaso a lo desconocido.” 

 Si yo estoy con la intención de SERVIR, ya estoy dejando de servir. Para servir debo abandonar la intención. En la actualidad se confunde la expresión Trabajo desinteresado con servicio llegando a convertirse en realidad en una forma de obtener mano de obra barata. El servir va más allá, el servir puede referirse a aspectos tan elementales como un gesto compasivo, bondadoso, pero si ese acto ya lleva una intención de servir, entonces no se ha disuelto el sentido de individualidad. 

El equivalente a este capítulo de Nisargadatta en la enseñanza taoísta se explica con la frase consignada en el célebre texto de Lao Tse: "Hay que SER aquel que sin hacer nada no deja nada sin hacer". 

"Hacer nada" significa: nada forzado, artificial o no natural. Sólo a través de la obediencia espontánea a los impulsos de la esencia natural propia de cada uno y despojarse a sí mismo de doctrinas y conocimientos. 

“La totalidad del universo contribuye a la existencia de incluso la cosa más pequeña; nada podría ser como es, si el universo no fuera como es. El universo no está limitado por su contenido, puesto que sus potencialidades son infinitas; nada puede ocurrir a menos que todo el universo lo haga ocurrir, si la gente lo supiera conseguiría mucho más con mucho menos gasto de energía.” 

Este hacer sin hacer implica despojarse del sentido de uno creerse el protagonista, para sentirse un instrumento o un canal. Es sentir que la VIDA hace a través de uno. Cuando se entiende esto entonces ahí se puede valorar y respetar el rol que la vida te otorgue, se puede ser carnicero, o ebanista, porque es la vida la que actúa a travez de uno. 

Si de dos personas que cultivan la tierra, una de ellas está pensando que la cosecha depende solamente de lo que ella haga o deje de hacer y la otra se ve como alguien que simplemente acompaña el proceso de la misma tierra de dar, sin creerse responsable de si se da o no el resultado, entonces aunque están haciendo lo mismo están desde perspectivas diferentes. 

La pregunta de ¿Quién Soy Yo? también se responde al preguntarse: ¿desde dónde estoy actuando?, ¿desde cuál de mis identificaciones me respondo? y la propuesta del maestro Nisargadatta es aprender a disolver cada uno de esas capas de identificación. 

Usualmente perdemos la perspectiva de todo lo que la vida misma se ha esforzado para que cada uno de nosotros este donde está, desde la explosión de galaxias que produjeron el carbono del cual estamos hechos, pasando por las estrellas y planetas que se han colisionado para que podamos estar en este pedazo de roca, hasta todas las formas de vida que nos han cedido su espacio para que lo ocupemos nosotros hoy en día. Olvidamos todo eso y nos creemos la idea que nosotros somos los protagonistas de la vida. 

Valorar el lugar que ocupamos dentro del universo nos lleva a soltar la idea de que uno es el que hace, o de que las cosas sólo funcionan gracias a la voluntad propia, para alcanzar ese punto en el que uno entiende que solamente es parte del flujo de vida que está mas allá de cada uno nosotros pero que todos somos parte de ella. Cuando uno se conecta desde ahí, y obra desde ahí, sin pensar que YO (x o y) es el que hace esto o aquello, se logra trascender el ¿desde dónde estoy haciendo? que pasa de un sentido de separación a uno de unificación. 

 La tarea es entonces SER NADA PARA SERLO TODO es abandonar todas las identificaciones, desprendernos de todas las experiencias vividas, purificar ese “empaque”, destruir lo construido para regresar a la fuente. Una forma de comenzar a desprendernos de cada uno de nuestros roles es hacernos la pregunta frente a la acción de servir ¿Desde donde estoy sirviendo ó actuando? entonces cuando descubra la respuesta puedo saber si estoy actuando con la finalidad de expresar la conciencia, o actuando con la creencia de ser quien logra algo, desconociendo la sabiduría del Universo.

Sembrado por Marta Mora (encuentro de 2019)
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El maestro Nisargadatta, es popular por el libro titulado "Yo Soy Eso" que reúne múltiples jornadas de diálogos y respuestas que él ofrecía a todos aquellos que le buscaban, y también es la muestra viva de que la realización del Ser no es exclusividad de nadie, y que además no requiere de estar en un punto geográfico preciso para lograrlo. Desde su vida humilde y sencilla demostró que lo único que se requiere es tener un anhelo profundo, y ese deseo en su propio tiempo y momento dará su fruto. 

Realizaba su oficio incansablemente, pero algo le decía que la vida no podría ser sólo vender tabacos, actividad a la que se dedicaba, y en esa búsqueda de ese "algo más", sintió el llamado de buscar un maestro, quien lo inició en una práctica que se basaba en meditar sobre la pregunta QUIEN SOY.

 "Vea lo que usted es. No pregunte a otros, no deje que otros le digan nada sobre usted. Mire dentro de sí y vea. Todo lo que el maestro puede decirle es eso. No hay necesidad de ir de uno a otro. Todos los pozos contienen la misma agua. Sáquela del más próximo. En mi caso, el agua está en mí y yo soy el agua.” 

 Maruti (nombre inicial del maestro) empezó a poner en práctica dicha enseñanzas, descubriendo en ella sus propias respuestas a muchas otras preguntas, fue entonces cuando se dice que REALIZO EL SER, a partir de su propia experiencia decidió compartir su conocimiento, sin dejar de hacer su oficio de siempre, se dedico a responderle preguntas a todo aquel que le buscaba. 

Nisargadatta pertenece a una tradición de conocimiento donde se entiende y estudia el Yoga desde el camino del conocimiento lo que se conoce como Jñana. Un Jñana yogui se dedica a cuestionarse, y el encontrar sus propias respuestas es lo que se entiende como la realización. Para el Jñana la forma de liberarse del mundo es encontrar a su propio Maestro, despertar su sabio interno y sumergirse en su propia sabiduría. 

Su enseñanza la explica como una obra de teatro en la que cada uno estamos representando un papel, un determinado rol y poco a poco terminamos identificándonos con cada uno de esos roles y se nos olvida quienes éramos antes de ser esos actores, por el contrario cada vez creamos un apego mayor a cada uno de esos roles: nos identificamos con el cuerpo, con la mente (creemos que somos lo que pensamos, lo que sentimos), con el nombre, con la profesión, con las múltiples características físicas y mentales, y perdemos la capacidad de Ser testigos infinitos de todo eso. Una muestra de que no somos eso con lo que nos identificamos es el hecho de que podamos observar eso que creemos que somos, es decir siempre que aparece un testigo que observa, significa que no somos eso que observamos; si yo puedo observar los pensamientos, quiere decir que yo no soy el pensamiento.

 El Maestro Nisargadatta se dedicó a dar respuestas que confrontaran, jugando con el lenguaje llevando a cada individuo al límite, para llevar a cada quien a que vea desde su propia perspectiva y a generar sus propias respuestas, pero no cayendo en reflexiones interminables, sino por el contrario, usar esas reflexiones que confrontan para detener el flujo mental, cumpliendo así el proposito de Yoga de cesar las fluctuaciones de la mente, para evitar caer en ese juego de preguntas interminables lo que producen es un mayor nivel de fluctuaciones. 

Jñana a diferencia de otros caminos del Yoga, nos dice que adentro ya tenemos todas las respuestas, que lo que tenemos que hacer es desindentificarnos de todo, parar todo el bullicio mental. Nisargadatta dice: 

"Renuncie a todo menos a la pregunta ¿QUIEN SOY YO?" 

"Nuestra actitud común es "yo soy esto”. Separe tenaz y perseverantemente el “yo soy” de “esto” y trate de sentir lo que significa ser, simplemente ser, sin ser “esto” o “aquello". 

“Con que sepa lo que usted no es, es suficiente. No necesita saber lo que es, ya que mientras el conocimiento signifique descripción en términos de lo ya conocido, de lo perceptual o conceptual, no puede haber autoconocimiento, puesto que lo que usted es no puede ser descrito, excepto como negación total. Lo único que puede decir es: yo no soy esto, yo no soy aquello.”

Sembrado por Marta Mora (encuentros de 2019)
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“La muerte no es la extinción de la luz, es sólo apagar la lámpara porque ha llegado el amanecer” -Rabindranath Tagore

La muerte genera un sinfín de emociones en los seres humanos. Es común asociarla con oscuridad, tristeza, pérdida y que solo con imaginarla la mayoría coincidimos en que nos invade la angustia y el dolor. Suele ser un tema del que es mejor no hablar y del que muchos no sabemos ni cómo enfrentar. 

Pero, parte de lo que nos hace humanos es la conciencia de la muerte, todos sabemos que nos vamos a morir… entonces, ¿por qué temerle a lo único de lo que tenemos certeza en la vida? 

Es importante entender que vida y muerte son inseparables. La muerte siempre está ahí. Se manifiesta a cada instante y es necesaria para la transformación. Desde pequeños hemos escuchado que “la materia no se crea ni se destruye, solo se transforma” y lo vivimos todo el tiempo, pero pocas veces somos conscientes de ello. 

Piensa en la semilla que se rompe para dar lugar a una pequeña planta, y luego en la planta que se transforma en un enorme árbol, en el árbol que da lugar a las flores y en las flores de las que después nacen los frutos. Ahora piensa en el agua que se evapora y se convierte en nube, luego en la nube que se convierte en lluvia y vuelve a la tierra… ¿Quién o qué muere? ¿muere la semilla? ¿muere la planta? ¿muere el agua? ¿muere la nube? ¿muere la lluvia? Hemos interpretado la muerte como el fin de la vida, pero la vida no muere, sigue su rumbo en una hermosa danza de constante transformación. 

Cuando hacemos las paces con la muerte, hacemos también las pases con la vida, y aprendemos a resignificarla. Saber que las formas y los roles en el mundo están en constante cambio, y entender la muerte en términos de transformación, es una invitación a reflexionar en la vida que vivimos y es un recordatorio de que lo único que tenemos es el momento presente. 

Uno de mis maestros suele decir: “Hoy es un buen día para morir, y por eso es un buen día para vivir” … ¿Tú sientes que hoy es un buen día para morir?

Sembrado por Estefania Garcia (encuentros 2019)
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¿QUIÉNES SOMOS?

El semillero de yoga es una plataforma de encuentro para compartir, practicar, estudiar y vivir el Yoga en toda su profundidad. Nació como un espacio de preparación para futuros profesores de Yoga, en donde el único prerrequisito era tener instalada una práctica constante, y a lo largo de estos años ha servido como punto de encuentro para vivenciar el Yoga mucho más allá de una clase. Hoy en día conserva su esencia de estimular procesos formativos desde la pedagogía tradicional de Yoga, en donde el compartir, el practicar y el enseñar son los verdaderos maestros, y cumple su función mediante grupos de estudio, Diplomaturas en Yoga, talleres de profundización, retiros de autoconocimiento y actividades de servicio a la comunidad.

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